Por Alci de la Rosa
La bachata, ese ritmo híbrido de hechura criolla que posee células
melódicas del bolero, la guajira, el son,
la ranchera, el merengue y en ocasiones unos que otros elementos del jazz,
se ha mantenido en crecimiento por su doble función de mensajera del amor y
como pieza de un estilo de baile sensual, en que especialmente la mujer con su
erotismo excitante, desgrana toda su gracia.
Bachata, es una palabra de origen africano que se la tomamos prestada a
la jerga cubana, la cual designa lo que aquí en República Dominicana le
llamamos “vamos a hacer un can”, que es cuando un grupo de amigos y conocidos
se juntan con guitarras, instrumentos de cuero y percusión para cantar e
improvisar versos de temática amorosa populachera y matizado el ambiente por la
ingesta de tragos de ron criollo.
La primera denominación que se le dio a la bachata en el país fue
“música de amargue”, porque fue y viene a ser que en bares, cantinas y clubes
pueblerinos se ambientaba con la música que partía de una vellonera, aparato
electrónico que ofertaba cada disco a cambio de una moneda de cinco centavos
que el demandante introducía por una ranura, estos discos en sus mayoría a base
de guitarras y de letras lastimeras. Esto permitía que si alguien se obstinaba
en escuchar una misma canción podía repetirla mientras monedas de cinco centavos tuviera
y al estar tomando a la vez ron o cerveza en forma continua y como esos negocios
eran a puertas abiertas, la música llegaba a todo el vecindario y la gente al
escuchar la misma canción una y otra vez comentaba “hay uno amargado en el
bar”.
Esa llamada “música de amargue” que influenció determinantemente en los
formadores de la bachata dominicana nos llegaba de países vecinos en las voces
más populares de diferentes épocas pasadas como El Trío La Rosa de Cuba (“Por
borracho y parrandero”, “Fue en la cantina”, “La que se fue”, etc.”; de Ecuador
Olimpo Cárdenas (“Lágrimas de amor”, “Tu duda y la mía”, Páginas muertas”,
etc.), Julio Jaramillo (“Dos años”, “Pasionaria”, etc.), El Dúo
Bowen-Villafuerte (“Corazón Prisionero”, “Me hieren los recuerdos”, etc.); De
Colombia, Los Isleños (“Gotitas de dolor”, “Corazón”, “De cantina en cantina”,
etc), Los Coyotes (“Perjura mujer”, “Iré contigo”, etc); pero la de más
influencia fue la de Puerto Rico en voces de Felipe Rodríguez (“La última copa”
y “La cama vacía” que duraron diez años, en los 50s, en los primeros lugares y
muchos temas más; José Antonio Salamán (“Caminito Vecino”, “Adiós, adiós”,
“Clamor”, etc.), Blanca Iris Villafañe (“Por Despecho”, “Tengo el sentimiento
herido”, “Besos Callejeros”, etc.), Ramito (“Una mujer en mi vida”, etc.), La
Calandria (“Ese hombre es mío”, etc.) y otros que sería prolijo enumerar.
Con el derrocamiento de la dictadura trujillista, el 30 de mayo de
1961, la cual tenía el control estricto de todos los actos sociales los
artistas de expresión popular que se encontraban impedidos de ejercer su arte
empezaron a tener acceso a algunos medios de comunicación masiva y así aparece
el primer punto luminoso en la creación de una nueva modalidad cancionera que
con los años se transformaría en lo que hoy llamamos bachata y fue encarnado
por José Manuel Calderón, quien rompe la cadena de la discriminación que había
para el cantante de guitarra y de canciones sencillas.
En 1962 este artista oriundo de San Pedro de Macorís irrumpe con fuerza
en la radio nacional con un tema que más que una bachata era un valsecillo
titulado “Borracho de amor” grabado en el formato de 45 RPM y en su respaldo
tenía el bolero “Qué será de mi”, la autoría de Bienvenido Fabián, pero que el
estilo de interpretación de súplica desgarrante los hacían caer en la categoría
de música de amargue que es el atavismo o ascendencia de la bachata. A estos
temas siguieron “Llanto a la luna”, de la firma Andrés Rodríguez requintista
del grupo y compadre de José Manuel; “Te perdono”, “Serpiente humana y muchos
otros que lo convirtieron en todo un ídolo de la clase popular.
Otro punto luminoso importante del avance de la bachata fue la
aparición de un artista de personalidad modesta pero de una voz muy agradable y
que quienes desconocen la real historia del arte popular lo relegan a un
segundo plano, me refiero a Inocencio Cruz quien pegó en todos los rincones del
país uno de temas de más recordación y revitalizó el naciente ritmo, “Amorcito
de mi alma” original de Ney Serrano, quien lo grabó primero, pero no sucedió
nada con él. Se dice que ese tema vendió tanto que económicamente le permitió a
Radhamés Aracena completar el dinero de la compra de los aparatos de la futura
Radio Guarachita.La garra de este tema fue el brillante falsete que hace Inocencio
en la frase que dice “para ti iiiiiii, te amaré…” La popularidad del tema fue
tal que buhoneros que viajaban a vender ropas a los campos tenían que comprar
el disco para venderlo a sus clientes porque hasta a ellos se lo procuraba la
gente.
El tercer punto luminoso está en el surgimiento en 1964 de Luis Segura
con un estilo bastante diferenciado de sus predecesores en la interpretación de
la música de amargue o bachata con un tema que fue un suceso musical “Cariñito
de mi vida” difundido ampliamente por la naciente emisora Radio Guarachita, de
Rhadamés Aracena, piedra angular para la difusión de esa música que concitaba
la atención de las multitudes.Después siguieron temas tan populares como “Dónde
tú estás”, “Me estás acabando”, “Tú no sabes”, etc.
Al cabo de 18 años la bachata se mantuvo estática sin avances
significativos y de la mano del adelanto que se experimenta en los estudios de
grabación y con letras mejoradas vuelve Luis Segura a la carga esta vez con un
tema que causó un revuelo tan grande que sacudió el ambiente musical en toda
República Dominicana obligando alas emisoras de más prestigio como Radio Mil y
Radio Comercial a incluirlo en su programación, ese tema fue “Pena por ti” de
las misma autoría del popular cantante. En ese momento también surgieron nuevos
intérpretes del género.
El cuarto punto luminoso fue producto del progreso de la tecnología de
la electrónica y la informática que permitió sustituir las grabaciones en
cassette por el disco compacto digital y que con la adaptación de la guitarra
eléctrica marcó el momento cuando surge a quien más tarde se le “El Mayimbe de
la Bachata”, Anthony Santos con el tema “Voy pa´allá” que realmente revolucionó
la bachata y puso a sus intérpretes en el dinero en gran escala.El éxito de
este cantante impuso un hito en la historia artística de la República
Dominicana siendo el único artista con preventa de las producciones antes de
grabarlas.
Otro factor digno de mencionarse en la difusión y progreso económico de
la bachata fue la nueva camada de ricos en dólares de dominicanos que emigraban
hacia los Estados Unidos a practicar negocios ilegales logrando altos niveles
de vida ostentosa pero al carecer de gusto también elevado su música era la
bachata a la cual llevaron a los grandes salones y la difundían en sus costosos
carros y jeeipetas y pagando por ello el precio que fuere.
Pero en un quinto punto luminoso aparece el artista que vistió el ritmo
de la bachata de frac para hacer su incursión triunfal en los más grandes
escenarios de América y Europa, ese artista es el superbo Juan Luis Guerra con
temas de un lirismo deslumbrante como “Bachata rosa”, “Estrellitas y duendes”,
“Como abeja al panal” y “Burbujas de amor”, de los cuales se han hecho cientos
de versiones con artistas de gran parte del mundo. Por esta trocha que dejó
abierta Juan Luis Guerra han desfilado hacia el extranjero decenas de
intérpretes de la bachata que han hecho fortuna elevando grandemente su calidad
de vida.
Otro punto brillante en los últimos tiempos para llevar la bachata a la
modernidad que compagina plenamente con la juventud emergente y que la ha
afianzado en los grandes escenarios del
mundo está encarnado primero por el grupo Aventura que en los últimos años ha
vestido la bachata de violín y la continuidad de ese estilo depurado en Romeo Santos
y Prince Roy. Y así seguirá la bachata abriendo nuevos surcos en el sendero
internacional.
Es
innegable que también la historia registra a muchos otros cantantes que han
triunfado plenamente en este género como Rafael Encarnación, Bernardo Ortíz, Leonardo
Paniagua, Raffo, Mélida Rodríguez, Antonio Gómez Salcedo, Aridia Ventura,
Miguelito Cuevas, Víctor Estévez, El Pupi de Quisqueya (Cuco Valoy), Ramón
Cordero, Eladio Romero Santos, Oscar Olmos y otros de “la vieja guardia”; así
como también en esta época moderna Luis Vargas, Frank Reyes, Joe Veras, Héctor
Acosta, Raulín Rodríguez, Zacarías Ferreira, El Chaval, Yoscar Zarante, Romeo
Santos, Teodoro Reyes y otros, pero lo que hemos querido destacar en este
escrito son los cantantes que en un
momento dado HAN MARCADO UN HITO EN LA HISTORIA DE LA BACHATA
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