viernes, 9 de mayo de 2014

CALIENTE, CALIENTE... EL MAYOR, EL MAYOR ENVIADO DE BELZEBÚ



El Mayor

Por Alci de la Rosa

Estaba en una cafetería y en la pantalla del televisor que tienen para deleite de los clientes estaba sintonizado El Súper Canal 33 y en la pantalla aparecía la figura del más prosaico de los cantantes urbanos dominicanos, El Mayor, y una señora que se escandalizó de lo que veía y escuchaba, expresó "ese es el mayor enviado de Belzebú". 

Y no es para menos porque a la verdad que la figura de este tipo es espantosa cuando se le ve dizque cantar temas tan ramplones en sus videos mostrando el uso de bebidas alcoholicas en forma insaciable y señalando a la mujer como un simple receptáculo sexual para usarla conforme a sus desviados y maléficos caprichos solo con el fin único de su perversa satisfacción sin que los demás le importen un comino.

Es una lástima que después de la valiente y cívica decisión  de Don Juan Ramón Gómez Díaz de proscribir de sus medios toda música degradante y que atente contras las buenas costumbres y el honor de la mujer, otros canales como el 33 persistan en la deleznable práctica.

Al final del programa con el extravagante sujeto aparece una dama muy oronda, me parece de nombre Laura, y complacida de lo que ofreció a sus televidentes, que por cierto luce muy bien, y que es una pena que una mujer que fue dotada por el Altísimo de tan linda figura presente una cosa tan fea. 

El Listín Diario ha persistido en su llamado al adecentamiento de la música que arrastra la juventud por cuestión de moda pero que sin embargo deja una estela de malas tendencias en su espíritu que a la hora de actuar salen a flote en su interacción social. Y esa campaña hay que seguir apoyándola.

Si el Estado está formado por todos los habitantes de un país y el Estado es el dueño de todas las frecuencias de radio y televisión pues el pueblo mismo es dueño de esos bienes intangibles y por ende tiene todo el derecho a exigir a las autoridades de turno que apliquen en consecuencia los mecanismos pertinentes para seguir tenazmente adecentando los medios de comunicación, especialmente los destinados a entretener la población. 

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