Raúl Morel se lanzó como solista de manos de la salsa, porque entiende que el género cobró la fuerza que se necesitaba y se impuso ante muchos otros ritmos.
La salsa tiene un nuevo intérprete que con su carisma, talento, capacidad y valores brilla con luz propia. Se trata de Raúl Morel, un joven dominicano radicado en Estados Unidos que lleva la música en la sangre, pues desde niño soñaba con cantar en un escenario.
El artista, nacido en el municipio Castillo, de la provincia Duarte, inició sus estudios universitarios en la carrera de medicina en la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD). En su tiempo libre su vocación lo impulsó a reunirse con sus amigos en los jardines de la academia, donde cantaba canciones populares al son de una guitarra.
Su gran amor por la música y la admiración de sus compañeros lo indujeron a tomar la determinación de abandonar su carrera para alcanzar su sueño.
En búsqueda de otros horizontes decide emigrar hacia Washington DC, Estados Unidos, donde se desarrolla en el canto. Allí empezó a participar en concursos de talento hasta convertirse en un buen intérprete de baladas, boleros, salsas, merengues, bachatas, rancheras y otros géneros de música latina. Durante su visita a la redacción de LISTÍN DIARIO, Raúl Morel narró que descubrió que seguiría en el canto al entrar a formar parte de un grupo de merengue en Estados Unidos. Afirma que a partir de ese momento el canto se convirtió en una de sus principales prioridades.
En sus inicios se destacó por sus dominios vocales e interpretación de muchos de los temas de El príncipe de la Canción, José José, en las diferentes orquesta por donde pasó.
A nivel profesional incursiona como integrante de varias agrupaciones de merengue, salsa y otros géneros latinos tales como Piloto 809 Live, Grupo Tumbao, La Sonora sensual, Salsa Brava, La Leyenda y muchos otros.
Su trabajo antes de salir a expandir su música se dio a conocer en ciudades como Washington D.C. en el prestigioso escenario de The John F. Kennedy Center for the Performing Arts, donde la audiencia nota su inclinación hacia la salsa y lo bien que domina este género, demostrando su capacidad de sonear e improvisar en cada presentación. (Rosi Mejía)
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