Paul Walker, quien aparece en un vídeo momentos antes del accidente que le cobró la vida, acompañaba a su amigo Roger Rodas, que conducía un Porsche Carrera GT rojo 2005.
La compañía de automóviles fue demandada por un accidente fatal en 2005.
Paul Walker no fue el primero en supuestamente experimentar problemas mecánicos en el interior de un Porsche Carrera GT.
Según el portal TMZ, la compañía de automóviles fue demandada por un accidente mortal en 2005 que implicaba el mismo modelo. En el pleito fueron demandadas varias personas, incluyendo a la compañía automotriz.
De acuerdo con la demanda, dos hombres (un conductor y un pasajero) murieron en una pista de carreras de auto en California mientras viajaban en un Porsche Carrera GT 2005. El vehículo golpeó una pared a más de 100 MPH mientras trataba de evadir otro coche en la pista.
La familia del pasajero demandó por negligencia grave a prácticamente todos los involucrados en el accidente. Los demandantes ganaron $4.5 millones, de los que $350,000 fueron pagados por Porsche.
La demanda alega que el vehículo GT no respondió apropiadamente en la pista. De acuerdo con el abogado de la familia de la víctima, Craig McClellan, durante el juicio, varios peritos confirmaron un importante defecto en el diseño del Porsche GT. Salió a relucir que el vehículo no cuenta con un sistema de manejo de estabilidad (Porsche Stability Management o PSMS).
Por medio de una computadora, el PSMS corrige cuando el vehículo pierde el control, lo que ahora es requerido por ley.
La empresa Porsche negó responsabilidad sobre el incidente de 2005, diciendo que el auto cumplía completamente con los estándares federales de seguridad requeridos al momento, pero pagó su parte del acuerdo para evitar nuevos litigios.
No está claro si el Carrera GT que manejaba Roger Rodas, el amigo de Walker que conducía el vehículo en que ambos fallecieron el sábado pasado, estaba equipado con un PSMS.
En días recientes, el portal cnnespanol.cnn.com reseñó que el Porsche donde viajaba Walker, que tiene un precio de venta de $450,000, es un vehículo difícil de conducir, inclusive para los conductores profesionales, de acuerdo con la revista Autoweek. El auto tiene un motor V-10 que llega a desarrollar hasta 610 caballos de fuerza.
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