Por el Duende Azul
Dónde está el poeta de Bengala
para que me de inspiración,
pues se me parte el corazón
al ver al Tigre en rajada
por la tremenda bofetada
que el Elefante le asestó.
Hasta un ojo le viró
con saña desconocida
lo insultó con diatriba
y en el suelo lo golpeó
Lo estoy viendo y no lo creo
este no es el Tigre Glorioso
que se comía hasta un oso
y la fiera de Prometeo.
Hoy sufre marcial arreo
de todos sus adversarios
hay que ponerle un rosario
en sus manos debiluchas
que ya no son para luchas
si no pa' cargar armario.
Qué triste ha sido el calvario
para la grey azul,
¡qué llamen a Politur!
para que le envíen un himnario
para cantarle a San Mario
un santo medio cachón
y fortalecer el corazón
de este animal mentecato
que se hasta parece un macaco
atrofiado y hediendón.
Esta Directiva Liceista,
¿qué fue lo que puso en el terreno?
Habrá que implorarle al Nazareno
que nos proteja en la pista
porque el Aguila ya esta lista
para volar con esplendor
y en el Cristo Redentor
cavar un hoyo profundo
para enterrar al Tigre moribundo
que lo desahució el doctor.
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