Félix del Rosario junto a Johnny Ventura durante un homenaje que se le rindió en mayo 2007
Félix del Rosario, aquel músico que a mitad del siglo XX estampó su saxofón en la época más festiva del año, dio su último paso en el umbral de la Navidad 2012. Un infarto lo puso a descansar para siempre la noche del viernes, a la edad de 78 años.
Nelly Librado, su ahora viuda, relató que el viernes el maestro fue llevado a la Plaza de la Salud luego de que sintiera que tenía flemas sin tener gripe y que lo llevó al centro de salud, donde le dio el infarto.
Sus restos son velados en la Funeraria Blandino de la avenida Abraham Lincoln y hoy domingo serán enterrados en el cementerio Puerta del Sol.
Fue ayer cuando comenzó a regarse la voz de su deceso. De inmediato el pesar entre colegas, autoridades y público en general.
Félix hace un solo de saxo durante la función de homenaje
El Ministro de Cultura, el cantautor José Antonio Rodríguez, definió al maestro Félix del Rosario, como ejemplo de dominicanidad.
“El maestro Félix del Rosario fue un genio de la música popular dominicana, excepcional saxofonista y singular ser humano que por su legado se puede considerar un patrimonio cultural de los dominicanos”, manifestó Rodríguez.
El músico formado en la era trujillista fue uno de los revolucionarios del merengue desde su grupo Los Magos del Ritmo, creado en 1964.
“Del Rosario dimensionó el merengue, con un estilo muy propio que rivalizó a finales de los 60 y principios de los 70 con Johnny Ventura. Ambos libraron una competencia profesional de la que el público fue el principal ganador, y la música en sentido general. Nos entristece sobremanera verle partir físicamente, su música le mantendrá vivo en la eternidad”, declaró Máximo Jiménez, presidente de Acroarte.
Además del merengue, se le reconoce ser pionero en la fusión de la música dominicana con el jazz.
Con su esposa, Nelly Labrado, quien estaba siempre a su lado.
Músico de la Navidad
A la Navidad le entregó uno de los mayores repertorios existentes: “Llegó la Navidad”, “Si no me dan de beber”, “La rosa blanca”, “Cantemos, cantemos”, “Alegre vengo”, “En los tiempos de papá”, “Cascabel” y otros. El maestro, oriundo de San Francisco de Macorís, entregó su vida a la música con una historia de amor que se divide en dos: su esposa y su saxo. Su encuentro con este instrumento de viento fue durante su juventud. Un día se inscribió por voluntad propia en la escuela de música del pueblo e inició los estudios en pro de ser un gran saxofonista, algo parecido a Tavito Vásquez, su gran estímulo e inspiración musical. Su relación con el su saxo paró cuando el mal de Parkinson lo obligó a salir de los escenarios, en 2009.
En abril del 2011 fue su última aparición pública en el Congreso de Música Identidad y Cultura en el Caribe, realizado en el Centro León de Santiago.
Nelly Labrada, su esposa, fue su otro gran amor, a quien le dedicó 42 años de su vida y con quien procreó tres hijos: Grisbel, Felix Junior y Lillibet.
Merenguero. Félix del Rosario recibió reconocimientos del Senado de la República, la Asociación de Cronistas de Arte y otras entidades. Junto a sus colegas Crispín Fernández, Sandy Gabriel y Rafelito Mirabal
POLÍTICA Y POLÉMICAS EN SU VIDA ARTÍSTICA
El Partido de la Liberación Dominicana recordó ayer que “A votar morao”, la canción que esa organización política usó en las cuatro primeras campañas electorales que participó, fue grabada por Félix del Rosario.
El veterano músico y el extinto líder peledeísta, Juan Bosch, fueron buenos amigos, aunque diferían con relación a si el gu¨irero era o no músico.
Su explicación sobre el tema (18 de febrero de 1989, La Noticia): “Cuando Juan Bosch decía eso precisamente quizás analizaba el asunto en función de aquellas orquestas con cinco saxofones y pensaría que el que está con esa guira ahí lo que está es rellenando, y quizás por eso pensaría así. Y lo diría quizás en el entendido de que el guirero no estudia música. Pero dentro de los cambios que ha habido, que la música que se ha hecho de un amplio consumo público, una de las cosas que más ha evolucionado la música es el ritmo y en el ritmo están los que no saben de música. Dentro de esos cambios, cayendo en el merengue, ha sido la guira”.
La competencia con Johnny Ventura fue otro capítulo en su vida. Ambos lo negaron toda la vida y reafirmaban siempre que fueron muy buenos amigos. Del Rosario lo explicaba de la siguiente manera: “Una de las cosas que Johnny Ventura y yo hablamos cuando nos juntamos ahora en esta época es precisamente eso, que había competencia, pero la competencia la tenía el público más que nosotros”.
También reveló que le llegó a hacer arreglos a Ventura y que “llegamos a hacer fiestas que eran patrocinadas por nosotros mismos y eran dizque un debate. Pero después nosotros íbamos a sacar nuestra cuenta para ver cuánto se hizo”. (Ramón Almanzar/Listín)
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