domingo, 23 de noviembre de 2014

RICHIE RAY & BOBBY CRUZ SE LUCEN EN CONCIERTO EN BAYAMÓN, PUERTO RICO



El dúo y sus invitados ponen a gozar a los presentes en el concierto “40 años de ministerio sirviendo al Rey”.
Un banquete de salsa de la gorda, aderezado con un mensaje cristiano, fue lo que recibieron las personas que este sábado presenciaron el concierto titulado “40 años de ministerio sirviendo al Rey” de Richie Ray y Bobby Cruz, que se realizó en el coliseo Rubén Rodríguez, de Bayamón.
La velada, que celebraba precisamente la conversión al cristianismo de estos artistas, comenzó a las 7:32 p.m. con poco público presente. En ese momento ocupó el sencillo escenario la Orquesta del Rey, que interpretó varios éxitos de Richie Ray y Bobby Cruz con letras adaptadas al mensaje cristiano. Este grupo, que es una especie de homenaje, posee un sonido que recuerda el sonido bestial por el que se dio a conocer Richie Ray y Bobby Cruz.
Tras esta sabrosa presentación, subió la orquesta Salsa Factory, con Richie Ray en el piano. El primer número que tocó fue “Tuyo”, en el que se unieron el cantautor José Nogueras, la pastora Wanda Rolón, el predicador Nicky Cruz y los intérpretes Ezequiel Colón, Louis Santiago, Alex D’Castro, Johaine Robles y Bobby Cruz.
Las presentaciones individuales comenzaron inmediatamente después con Ezequiel Colón, seguido de la pastora Rolón.
En su turno de agradecimientos, la pastora señaló sentirse honrada por la invitación. “Para mí es un gran honor que me hayan incluido en este asunto de la salsa. Pero para mí también es un honor compartir con estos ministros, Richie Ray y Bobby Cruz. Quiero agradecer al Señor por la vida de ellos y por la vida de cada uno de ustedes”, dijo antes de cantar “Travesía”.
Nogueras le puso sabor a la velada al interpretar pedazos de canciones conocidas por la afición salsera como “No me digas que es muy tarde”, que popularizó Ismael Miranda, y “Castillos de arena”, uno de los éxitos del inmortal Cheo Feliciano. Para rematar, entonó el bolero “Amada mía”, de su autoría pero que se dio a conocer a través de la voz melodiosa de Cheo Feliciano.
Tony Vega no lo dejó caer con “Agúzate”, de Ray y Cruz, y “Yo quiero una iglesia”, de René González. Esta última pieza la entonó con Alex D’Castro, quien demostró que aún posee la voz poderosa que lo hizo un favorito de los salseros y que le ganó el nombre del “Tenor de la Salsa”.
De hecho, Alex D’ Castro fue el próximo artista en presentarte. Su primera intervención fue “Qué te pasa a ti”, en la que apareció con una enorme cruz de madera y en la que varió un poco la letra de la canción para alabar a Dios. Vega se le unió en los coros, también portando una cruz.
Terminada la presentación de D’Castro, se pasó un vídeo en el que un grupo de personas felicitaron a Ray y Cruz por este aniversario y le agradecían su trabajo religioso. También, hubo un intermedio de unos 15 minutos.
Al cabo de este intermedio, se presentó el reverendo Nicky Cruz, quien ofreció su testimonio. Cruz regresó al final de la velada y prácticamente realizó un culto en el que oró por las parejas.
La presentación del predicador preparó el terreno para la presentación del dúo, que encendió la velada con “Juan en la ciudad”. En este momento, el público se puso de pie y bailó.
A esta interpretación siguieron “Los fariseos”, en el que Ray se lució con un solo de piano y se batió en un duelo con el otro pianista del grupo, Cristian Cuevas, “Sonido bestial” y “Contento”.
Los últimos dos exponentes de la noche fueron el reguetonero Louis Santiago y Johanie Robles. El primero cantó “Fechorías” junto a Cruz y la segunda interpretó “Sonera soy”.
Robles, conocida como “La negra”, se unió a Cruz en los temas “Yo sé que te amo”, la inolvidable “Cuando me digas sí”, que el cantante solía cantar con Miki Vimari, y “A mi manera”.
Durante su intervención, Cruz hizo reír al público con sus bromas, como cuando dijo que los seres humanos pasaban por cuatro etapas: niño, joven, adulto y te ves bien. “Yo estoy en esa. Todo el que me ve me dice: ‘Te ves bien’ o ‘Qué bien te ves’”, sostuvo mientras los presentes reían.
“Agua para beber” y “Mi bandera” fueron los temas finales.
Entre cada presentación, se pasaban vídeos en los que se resumía la historia de estos cantantes que marcaron una época con su música. Era ahí, cuando se le pedía al público que usara las gafas 3D para que pudieran apreciar mejor las imágenes que se pasaban en las tres pantallas ubicadas al fondo del escenario.
También se pasaron breves biografías de los artistas invitados.
Hay que señalar que al principio de la presentación el sonido estaba muy alto para el espacio por lo que molestaba al oído. De la misma forma, en la primera canción grupal, uno de los intérpretes no se escuchó. Felizmente, esos problemas se resolvieron eventualmente.
También resultó anticlimático el abuso de los anuncios comerciales en medio de la presentación del grupo. (Primera Hora).

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