Napoleón Rojas
La ola de delincuencia que azota el país cegó la vida del periodista Napoleón Rojas, de 52 años, quien durante un mes sufrió las secuelas de los balazos que les propinó un delincuente para asaltarlo en su negocio, y quien producto de este mal social deja siete hijos en la orfandad.
De inmediato el jefe de la Policía Nacional, mayor general Manuel Castro Castillo, lamentó ayer el fallecimiento de Rojas, comunicó su pésame y pidió a la justicia que castigue conforme a la ley y a la gravedad del crimen, a los presuntos responsables que se encuentran en prisión. También el presidente del Colegio Dominicano de Periodistas (CDP), Olivo de León, deploró el hecho y pidió una exhaustiva investigación para que a los criminales se les aplique todo el peso de la ley.
El 6 de mayo Rojas se encontraba en su negocio, Mini Market Rojas Roa, en la urbanización Ralma, Santo Domingo Este, cuando dos delincuentes penetraron al local, pidieron un refresco para desviar su atención y uno de ellos le advirtió que se trataba de un asalto.
El cuerpo inerte del destacado comunicador, Napoleón Rojas, en capilla de la Funeraria Blandino de la Av. Sabana Larga.
Uno de los hombres le disparó, provocándole graves daños en el estómago, lo que posteriormente le provocó una hemorragia. Había permanecido varios días ingresado en el Hospital Darío Contreras. Su deceso se produjo la madrugada de ayer en el Hospital General de la Plaza de la Salud. Según narró su hermano, el también periodista Ricardo Rojas, su pariente sufrió dos paros cardiacos.
A Rojas le sobreviven sus hijos Geani, Bryam, Roy, Jefrey, Judith, Ronny y Napoleoncito. También sus padres Blanca Estela Vicioso y Ramón Rojas, y su esposa Yesenia Roa. Durante varios años Rojas fue reportero del noticiario Mundo Visión, de Color Visión, canal 9.
Sus restos están expuestos en la funeraria Blandino de la avenida Sabana Larga, en Santo Domingo Este, y serán sepultados hoy a las 4:00 de la tarde en el cementerio Cristo Salvador.
Por otra parte, el periodista dominicano Francis Montilla, radicado en Miami por más de 18 años, fue sepultado ayer en el cementerio Cristo Redentor, luego que murió de un infarto el miércoles 28 mayo. Montilla horas antes de su deceso estaba observando un partido de baloncesto de Miami Heat. Sus restos fueron traídos al país el viernes y velados en la funeraria Blandino de la avenida Abraham Lincoln. (Isabel Leticia Leclerc/L.D.)
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