jueves, 20 de febrero de 2014

"RADIO BEMBA", UNA COMEDIA PARA REÍR DE BUENA GANA



Antonio Melenciano y el elenco de la hilarante obra

Por Alci de la Rosa

Desde el inicio hasta el fin las carcajadas y aplaudos, en la Sala Ravelo del Teatro Nacional, se disparaban procedentes de un público que se gozó en grande la comedia "Radio Bemba" de Antonio Melenciano, y no es para menos porque en ella se viven las típicas estampas de conflictos, amoríos, murmuraciones y lamentos en un barrio llamado "Los Coquitos" que es igual a todos los demás de la capital dominicana.

Es una obra que marca la tendencia del teatro de hoy en que los actores interactúan con los espectadores y algunos de ellos hacen su entrada al escenario desde el aforo, modalidad que tiene doble impacto, por la novedad y que hace que el público se mantenga con la atención viva en todo momento sobre lo que está aconteciendo.

La historia comienza con un locutor que lleva su programa a transmitirse en vivo desde el parquecito de ese barrio interactuando con los vecinos, dándoles oportunidad a que cuenten sus experiencias, y allí se cuentan los más variopinto relatos que entretejen situaciones de humor con el lamento. 

Entre las actuaciones que más nos impresionaron, primero, la del joven Iván Mejia encarnando a Franciquito, que hace la historia de su vida recordando las reprimendas de su madre, mientras se baña en el patio de su casa, escena en la que llega a desnudarse totalmente, y a pesar de las risotadas de la gente, incluso de voces y gritos, ¡nunca mostró flaqueza en el dominio de su personaje!, sosteniendo magistralmente su parlamento y la gestualidad precisa, segura, firme todo el tiempo. Estuvo colosal.

Otra fue la de Rosa Aurora López interpretando a una fanática de la religión pentecostal en que le busca coincidencia a todas las cosas que le suceden en la vida a su fe en Dios, haciéndolo con un gracejo estupendo.

Melenciano tiene impacto encarnando a la vieja del "andador" logrando arrancar cacajadas al granel con la forma desgarbada de la anciana en sus movimientos y de su presunto orgullo más valioso que el dinero. También en esa escena se destaca Laura García como Ernestina, la "quisquillosa" vecina de la anciana, a la que todo le hiede y nada la huele.

La recomendamos sin reserva ninguna, es una comedia moderna y muy entretenida. Y quizás usted vea otros niveles que nosotros no pudimos captar.

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