LAS RUEDAS DE PRENSA FALLIDAS

Por El Duende

El objetivo en última instancia de una rueda de prensa es que la información lo más exactamente concebida sea difundida por el mayor número de medios de radio, televisión, periódicos y las redes sociales, estas últimas con la ventaja de que al instante pueden ser difundidas a todo el universo. 

Pero para lograr ese objetivo hay que procurar que el organizador u organizadores tengan un criterio bien definido de como lograr esa efectividad. Hay gente que invierte un buen dinero en una rueda de prensa brindando buenos vinos, cerveza o wisky y además suculentas picaderas creyendo que eso es todo para que se haga un despliegue noticioso de lo ocurrido allí. Sin embargo luego se espantan porque la actividad resultó sin pena ni gloria. 

Y es que una rueda de prensa debe tener su protocolo comenzando por los anfitriones o encargado de la misma de recibir con toda cortesía a todos los periodistas y comunicadores que conoce y procurar a la vez de enterarse de los nombres de quienes no les son familiares. De inmediato poner en sus manos el material de apoyo para que estén enterados de que se tratará la reunión y de paso asegurarse de que si algún comunicador tiene otro compromiso ya lleva la información consigo.

 Asegurarse además de que los miembros de la prensa se acomoden en lugares estratégicos para que tomen el comando de la conversación y evitar que advenedizos interfieran haciendo preguntas fuera de tono. Hay organizadores de ruedas de pensa que piensan que con llenar un salón de gente que lo va allí es hacer bulto ya se la están comiendo y dejan de lado lo más importante y es asegurarse de que el periodista o comunicador se sienta a gusto con el trabajo que va a realizar, porque a eso es que va el periodista ¡a trabajar! y es un deber facilitarle las cosas.

Un armador de una rueda de prensa no tiene que estar encaramelado con una sola persona, debe inteligentemente aplicar las reglas de urbanidad de darle atenciones solícitas a todos sus invitados ya que aunque hay medios más grandes que otros todos tienen su importancia por la ley del complemento. Por estas faltas pueriles es que muchas ruedas de prensa resultan fallidas.