miércoles, 11 de diciembre de 2013

"LAS ROSAS DE MARÍA FONSECA" CON PERFUME DE BUENA ACTUACIÓN

Imágenes de "Las Rosas de María Fonseca"

Por Alci de la Rosa

"Las Rosas de María Fonseca" del dramaturgo cubano Ricardo Muñoz Caravaca es un drama que alterna entre  los solemne y lo chusco en sus diferentes escenas que resultó de tensión e hilaridad para el nutrido público que repletó el pasado domingo la Sala Ravelo del Teatro Nacional y que cuenta la historia de una prostituta de la habana-Cuba desde final de la dictadura de derecha de Fulgencio Batista hasta las primeras dos décadas del gobierno revolucionario de Fidel Castro quien asume el poder en 1959.

Era más bien una cortesana porque se codeaba con personajes de las alturas del poder tanto en el régimen derecha pasado como del surgiente gobierno de corte socialista implantado por Castro pero además tenía sus amoríos con la gente menuda de la clase acomodada.

Es una obra interesante en la que su autor revela ese perfil psicólogico en que cada ser humano trata de justificar su rol social sin importar lo degradante que haya sido y así pensaba María Fonseca de su vida licenciosa y por lo tanto consideraba que debía ser estampada en la historia y fustigaba verbalmente a sus hijas e hijo por estar muy por debado de ella para hacerse sentir en su conglomerado.

El papel estelar lo protagoniza Feliné Quezada Figueroa quien recrea a María Fonseca y mantiene su personaje con mucho vigor hasta el final de la actuación, le da una vivaz presencia a una mujer ya entrada en años narra con donaire su habilidad de mujer conquistadora con una locuacidad que entreteje en sus diáologos lo elegante con lo procaz. Además hace una transmutación en un pasaje para regresar al pasado que luce como una mujer joven, atriactiva y astuta para recibir a su pretendiente "El Poeta" que sin embargo termina en brazos de su hijo con inclinaciones homosexuales.

Ese papel de Juan fue encarnado por Héctor Sena que desde su primera aparición fue aceptado por el aforo que gozó de buenas ganas cada ocurrencia de este "mariquita" encerrado en entre estas paredes donde solo veía reinar las hijas de Eva y quiso ser una de ellas ya que su mamá quería que su primer retoño fuese "hembra", trauma que lo obsede desde que tuvo uso de razón.

César Medina lo hace de "El Poeta", uno de los amantes de María Fonseca, un papel un tanto difícil por los momentos estatuarios en que tiene que permanecer por varios minutos y sus soliloquios evocando a María Fonseca como "so a estas alturas vale la pena vivir".

Cuando me toca ver esta obra el papel de Paula era reservado para Albania Díaz, sin embargo quien sale a escena para darle vida es una joven que me parece que su nombre es Meche y lo realiza con dominio y me impresionó mucho, ya que pensaba que con todo y estar enrabarzada había actuado Albania y no fue así.

Finalmente quiero hacer mención de Miosoty Alvarez quien personifica a Carla con mucha fuerza expresiva en que tiene que lidiar con los momentos de ira de María Fonseca y el contraste de la tristeza a la vez por el posible fatal desenlace de la madre en franco deterioro de salud.

La obra me gustó ya que mantiene al espectador en vilo por la secuencia del hilo conductor de las escenas en busca del gran final. La escenogría con un magnífico manejo de las luces que le daban a la elegante escenografía un clarioscuro sombrío adecuado al desenlace fatal.

Con la producción General de Albania Díaz y Jorge Gómez del Teatro Retabla y la asistencia de Luis Ney Romero Quezada, esta obra "Las Flores de María Fonseca" cumplió su cometido.


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