POR EL MUNDO DE LA FARÁNDULA...¡QUÉ DICHOSO ES VAKERÓ!

Por el Duende

Martha y Vakeró

* Wao, Vakeró que dichoso eres, pues el juicio que te ventilan por agredir a la desdichada colega y amor tuyo, Martha Heredia, lo pospusieron para enero, lo que te permitirá buscarte los "molongos" de navidad y fin de año. Tú, tienes un talento único para cantar y crear canciones que tonifiquen con la muchachada de ahora que te tiene en la cima de la popularidad. ¡Es más yo diria que tu deberías ser una figura de primer rango a nivel internacional en el género músical en que te desempeñas. Pero, no. ¡Te alocaste no sé con qué! Parece que el paso brusco del salchichón al ahumado jamón te mareó y te creias el rey de todo el mundo. Así no, Vakeró. Debiste asimilar el triunfo con cautela y bien cuidarte en tu asecendo como figura, sin escándalo y dejar ese argumento de películas mexicanas de los años 40 y 50 de  llorar y matarse por una mujer, con frases como: ¡mía o de nadie! Pero los tropezones hacen levantar los pies. Olvida y tumba y ojalá que ahora en adelante endereces tu sendero y que no se te presente otra diva del sexo que te haga perder seso.

¡LO DICE EL DICHO, "MÁS VALE CAER EN GRACIA QUE SER GRACIOSO"

Rumai

Un desarrapado joven haitiano de nombre Rumai, que para comer en forma modesta él y su familia, tenía que salir todos los días truene, llueve o ventee, a vender una golosina rellena de coco, se ha convertido de la noche a la mañana en una figura super popular que está generando miles y miles de pesos sin que para ello haya hecho el menor esfuerzo, solo que un curioso se admirara  se la forma de pregonar su producto en venta con un estribillo de "amigó, amigá, ven a comprá palito de coco, palitó, palitó, palitó de coco", ¡y con un celular le grabó un video que subió a You Tube! Sin embargo hay padres que han gastado hasta cerca ¡de diez millones de pesos! en discos, vestimentas, payola a locutores y periodistas, para pegar minimamente a su hijo ¡y nada! Esa es la vida hoy, extraña y capichosa. En la que usted se mata trabajando o prepararse para un proyecto dejando el "forro de los c..." en la pista y los resultados son lastimosos. ¿Será que estamos en una nueva etapa de transformación humana en que la mente puede más que la materia, y no nos hemos dado cuenta?