viernes, 23 de agosto de 2013

MARIA CASTILLO DESDE LOS 13 AÑOS SE SIENTE BIEN EN EL ESCENARIO DE UN TEATRO

 
María Castillo

Celebración. La actriz, directora y productora recibió el reconocimiento de bautizar la Sala de Ensayos del Teatro Nacional Eduardo Brito con su nombre, con el respaldo del Ministerio de Cultura y el TN, con motivo de los 40 años de carrera artística dedicada al teatro

Aún se oye mi voz en la última butaca de esa sala (Carlos Piantini) sin amplificación”, así recuerda la excelsa actriz  sus inicios en el teatro.
 María Castillo empezó en la actuación a la edad de 13 años, cuando el Teatro Nacional era apenas una edificación en construcción.
Su profesora Fiume Bienvenida Gómez Sánchez resultó ser esa inspiración para descubrir su amor por el arte, cuando siendo una adolescente la llevaba a la televisión a declamar.
Fue entonces cuando decidió dedicarse por completo a la actuación, carrera a la que ha dedicado más de una tercera parte de su vida.
Durante estos 40 años dedicados por completo al teatro,  ha desempeñado todos los roles que un teatrista realizaría con orgullo, como  son la actuación, la dirección y la producción.
 Homenaje.  Ahora su nombre quedó plasmado en la historia de esta casa del arte, en la que el Ministerio de Cultura y el Teatro Nacional Eduardo Brito, encabezado por  su director general, Erasmo Alfonso Cáffaro (Niní), develó la placa con la que se bautizaba la Sala de Ensayos del teatro, con el nombre de María Castillo.
  La actriz manifestó sentirse honrada, agradecida y emocionada de tan alta distinción ofrecida con motivo de sus  40 años de carrera.
“Ver mi nombre en esas letras de bronce, junto a nombres como el de Eduardo Brito, Aida Bonelly de Díaz, el maestro Ravelo, el salón Juan Lockward, la sala Carlos Piantini, es sumamente gratificante para mí. Decir que en este templo del arte que he respetado y querido tanto durante 40 años, hoy se ha creado un espacio en conmemoración de mi carrera, es maravilloso”, confesó Castillo.
Su pasión.  Para esta experimentada de las tablas, el teatro ha cambiado mucho desde su inicio hasta ahora, considerando que las condiciones están mejor; además de que todo está influenciado por las redes sociales, hay más tecnología,  más espacios y más gente interesada por hacer teatro.
Asegura que la creación del Ministerio de Cultura fue decisiva, ya que ahora disfrutamos de internacionales, nacionales, bienales de teatro grupal organizados por los teatros independientes, así como festivales de aficionados; por lo que hay de todo, cosa que antes no había, “todo era más limitado”.
“En el único sitio donde yo me siento bien es en un teatro, ensayando. Al teatro uno llega y no debe tener prisa de irse, porque un ensayo no puede caracterizarse por la prisa, ya no vamos a ensayar años para montar una obra porque son otros tiempos”, describe la veterana actriz y directora.
Como toda artista, se entrega con pasión a  lo que hace. Se siente satisfecha con estas cuatro décadas de vida teatral, y no piensa en el retiro; asegura que, afortunadamente, la carrera del actor puede perpetuarse mientras tenga voluntad y condiciones.
  Sobre las diferentes etapas que le ha tocado desarrollar en el teatro, María Castillo nos revela  lo mejor que ha realizado en cada una de ellas.
En la actuación, el papel de  Emily Dickinson; en la producción, “Tres mujeres altas”, y como directora dice que hay varias, entre ellas: “El Hombre de la Mancha”, “Cabaret”  y  “Los Miserables”.
El único interés de María es que el teatro tenga siempre el más alto nivel y conserve el mayor respeto del público.

De su carrera
Sus alumnos
 Entre  los artistas que han pasado por sus manos se destacan Waddys Jáquez, Henry Mercedes, Karina Valdez, Juancito Rodríguez, las hermanas Rivas, Frank Ceara,  Josué Guerrero y otros. 
Compañeros
La veterana actriz recuerda que ha compartido con grandes figuras de las tablas como: Orestes Amador, Olga Bucarelli, Yanela Hernández, Ángel Haché, Delta Soto y  dos actrices a quienes considera sus hermanas:  Carlota Carretero y Karina Noble.
Su maestra
María Castillo afirma que quien la motivó a actuar fue la profesora Fiume Bienvenida Gómez Sánchez. (Moisés Balbuena/Hoy)
 

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