martes, 25 de junio de 2013

SEXY A LOS 70 Y PICO


De izquierda a derecha: Jane Fonda, Raquel Welch, Sofía Loren y Tina Turner

Hace cuarenta o cincuenta años eran íconos de belleza y hoy -a través de ejercicios, cirugías, buena alimentación, o tal vez todo eso- todavía lo siguen siendo. Las abuelas de hoy no son las de antes.


La gente cree que pretendo ocultarme, pero lo que ocurre es que no soporto el sol". Eso decía la actriz sueca Greta Garbo, una de las mayores bellezas de toda la historia del cine. Fallecida en 1990, vivió prácticamente recluida desde que le dijera adiós a Hollywood cuando solo tenía 36 años, en 1941. Su carácter huraño alimentó todo tipo de hipótesis; una de ellas es que su retiro voluntario, en un lujoso apartamento neoyoquino con vista al Central Park, obedecía a que no soportaba que la vieran vieja y decadente.

Su ejemplo no cundió. Sofía Loren tiene 78 años; Tina Turner, 73; Jane Fonda pasea sus 75 años, lo mismo que Raquel Welch sus 72. Elegidas únicamente porque siguen siendo hermosísimas cuatro o cinco décadas después de su apogeo, ellas han demostrado que la sensualidad y la edad no tienen porqué estar inversamente relacionadas. Por motivos tan distintos como la voluntad de seguir viéndose bellas, un buen número de visitas a cirujanos plásticos, una cuenta bancaria que permita invertir en su propia imagen, una vida sana (a veces) o un pacto con el diablo, cualquiera de ellas merece al verlas expresiones como la siguiente: "¡No puede ser que tengan esa edad!".

Sí puede ser, las abuelas de hoy no son como las de antes. Y lo mismo puede decirse de Catherine Deneuve (69), Jacqueline Bisset (68), Diahann Carroll (77) y otras divas que desafían al paso del tiempo.

Belleza aeróbica

Jane Fonda es la estrella de Julia, Klute El síndrome de China. Actriz digna de respeto, ha ganado dos Oscar y tres Globos de Oro. Ha sido una visible activista contra la guerra y por causas feministas. También ha tenido éxito con sus libros y videos sobre ejercicios aeróbicos.

Nacida en 1937, Jane sobrevivió a tres matrimonios. Su primer marido, el cineasta Roger Vadim, fue quien la dirigió en Barbarella. Al segundo, Tom Hayden, lo acompañó en su activismo antibélico, al punto que fue llamada "Hanoi Jane". El tercero fue el magnate Ted Turner, quien la desposó, al parecer, sin otro motivo que lucirse con ella. Seguía atrayendo miradas.

En los años 80 sus libros y videos de ejercicios, supuesta clave de su impactante estado físico, se vendieron como pan caliente. Más tarde, admitiría que varias pasadas por el quirófano explicaba su eterna juventud, lo que causó a sus seguidores alguna desilusión. "Si podés pagar un buen doctor, podés tener una cirugía muy sutil, lo que probablemente me compró cinco años más como actriz para salir en películas".

Precursora latina

Si hoy en Hollywood triunfan latinas como Salma Hayek, María Grazia Cuccinota o Penélope Cruz es porque existió alguien como Sofía Loren, napolitana y no italiana, como ella acotaba. Con Dos mujeres, Matrimonio a la italiana Orgullo y pasión ostró ser más que una cara bonita y unas curvas monumentales. En 1960 fue la primera actriz en ganar el Oscar por una actuación en habla no inglesa.

Y siempre tuvo una presencia espectacular. Se dio el lujo de rechazar, pasados casi a los 70 años, una oferta para posar desnuda en Playboy; pero sí aceptó hacerlo para el calendario Pirelli, en 2007, junto con bellezas más contemporáneas como Naomi Watts y Hillary Swank. ¿El secreto? "La belleza es cómo te sientes por dentro, lo que se refleja en tus ojos. No es algo físico", dice. Por las dudas, se ha dicho, se alimenta bien, se ejercita y -fundamental- duerme mucho.

La reina

Tina Turner lleva hoy el ganadísimo apodo de la "Reina del Rock", además de haber sido la foto de portada de la revista Vogue e marzo, a sus 73 años. Vestida de azul y con una mirada pícara, el título de la publicación reza: "Simplemente la mejor".

Es fruto del esfuerzo: Tina se repuso al racismo, a una infancia de privaciones y pobreza en Tennessee, a un violento matrimonio con Ike Turner y a la adicción a las drogas. Su descomunal energía en el escenario y las piernas mejor talladas del planeta rock, la convirtieron en superestrella.

En su última gira, que culminó en mayo de 2009, desbordaba vitalidad. "No hay secreto ni fórmulas extrañas. Soy tan enérgica en el escenario como en la vida cotidiana", ha dicho. Desde 1995 vive en Suiza. Tal vez el aire alpino sirva para mantenerse bien.

Cuerpazos

Hay biquinis que quedan para la historia del cine. Están los de Ursula Andress y Hale Berry en dos aventuras de James Bond, y también está el de Raquel Welch en Un millón de años A.C. Era 1966 y esta rubia de cuerpo descomunal, que ya había pasado por el primero de sus cuatro divorcios y tenía dos hijos, se transformaba en un ícono erótico instantáneo.

Conocida como "The Body" (El Cuerpo), a diferencia de Fonda o Loren, Welch no era considerada una gran actriz. A claras de huevo de desayuno, mucha yoga y jamás comer luego de las seis de la tarde, se debe buena parte de su impactante estado físico. En su autobiografía Más allá del escote(2010) le atribuye su "secreto" a la dieta equilibrada y al hacer ejercicio seis días a la semana. Asegura que nunca se hizo una cirugía, algo que pocos creen. Es que, por increíble que parezca, todavía le queda bien el biquini de piel que usaba hace casi 50 años.

Hace cuarenta o cincuenta años eran íconos de belleza hoy -a través de ejercicios, cirugías, buena alimentación, o tal vez todo eso- todavía lo siguen siendo. Las abuelas de hoy no son las de antes.

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