lunes, 15 de abril de 2013

LOS COLEGAS DOMINGO BRETÓN Y RAMMY PÉREZ NO ESCRIBEN DESDE NUEVA YORK SOBRE EL CASO DE ANTHONY SANTOS

Domingo Bretón

Domingo Breton Lara Compadre, qué otra cosa puede esperarse de un energúmeno de esa categoría que siempre está resaltando las malas palabras en todos sus conciertos, sin importarle que estén presenciandolo ninos y mujeres. Pero de tal palo tal astilla". No se olvide que su jefe político, aquel que lo nombró como "embajador cultural" de su nefasto gobierno, también en varias oportunidades ha lanzado, en público, innumeras loas al ajusticiado dictador Rafael L. Trujillo. Lo lamentable es que el vulgar bachatero, haya utilizado, como usted comenta, la Augusta Sala Principal de nuestro Teatro Nacional, para cometer semejante ofensa a los buenos y verdaderos dominicanos, que en la ocasión se encontraban en el auditorium y los que seguimos la entrega de los premios Soberano, a travéz de Telemicro Internacional. En cuanto a la excusa que dió el bachatero, yo particularmente, no le creo absolutamente nada, sabe porqué?, sencillamente, porque cuando él asistió a esa premiación, después de varias evasivas, lo tenía todo friamente calculado para cuando lo llamaran al escenario. A mi, ese no me engana. A ese le falta sinceridad para con su público, creyendo que con chistecitos baratos puede conquistar afectos. Veremos hasta dónde llega con su irresponsable actitud.


Rammy Perez
Rammy Pérez

Querido colega; Este "desclasado" llamado Anthony Santos, vive en un mundo en que el que tiene dinero, se cree con derecho de decir y hacer lo que le da la gana. Es penoso que personaje de tan vulgar comportamiento, pueda subir al escenario mas importante del pais, solo porque algunos "adulones" no les importa en lo mas minimo la moral del individuo, sino, la fama que este representa. Este señor?? ignoró a ADROARTE y su premiación por muchos años pero, LOS INGRATOS no tienen memoria!! Grecias a Dios que a este "patán" no le fué entregado el Gran Soberano, como algunos (amnesicos) pretendian. Espero que ACROARTE refleccione sobre esta gran verguenza.


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