viernes, 7 de diciembre de 2012

¡EL CORONEL CAAMAÑO FUE QUEMADO DESPUÉS DE MUERTO Y SUS CENIZAS ESPARCIDAS EN NIZAÍTO!

   
Coronel Caamaño Deñó                                      General retirado Juan Pou


El general retirado de la Fuerza Aérea Dominicana (FAD), Juan Pou hijo, afirmó ayer que los restos del coronel Francisco Alberto Caamaño Deñó no pueden ser llevados al Panteón Nacional, como propone un proyecto aprobado por la Cámara de Diputados, porque “esos restos no existen, ya que el cuerpo de Caamaño fue quemado y sus cenizas esparcidas en las lomas de Nizaíto”.
El proyecto, aprobado el miércoles en dos lecturas, fue sometido por el diputado del PLD, Félix Nova, y pide que los restos de Caamaño sean exhumados del Cementerio Nacional de la avenida Máximo Gómez y llevados al Panteón Nacional, en su condición de Héroe Nacional y Presidente de la República.
Tras conocer esta información, Pou llamó a LISTÍN DIARIO para explicar que los restos de Caamaño no estaban en el Cementerio Nacional ni podrían ser llevados al Mausoleo de la Patria, porque sencillamente no existían. “Yo lo afirmo porque yo estaba presente y vi cuando quemaron el cuerpo del coronel Caamaño en la loma Nizaíto”, afirmó el exgeneral Pou.
Explicó que la orden de fusilar a Caamaño fue dada por el entonces secretario de las Fuerzas Armadas, almirante Ramón Emilio Jiménez (Milo), y que él, como oficial de la FAD, le sugirió que no lo fusilara. “Debemos pasarlo por un consejo de guerra, porque una orden de fusilamiento era una injusticia”, le dije .
Pou, hijo del coronel Juan Pou, quien fue jefe de la Policía durante la era de Trujillo, reveló que en aquella ocasión Milo Jiménez le respondió, “no se meta en eso”, y que el general Juan René Bauchamps Javier, quien estaba presente, le ordenó reportarse a la fortaleza: “Usted está arrestado”, le dijo .
“Pero no me fui, porque cuando iba a montarme en el helicóptero me preguntó el general Enrique Pérez y Pérez qué para dónde iba, y le respondí que me mandaban preso. Entonces, me dijo: “quédese”, relató Pou .
“Por eso le digo que yo estaba ahí, y vi cuando pusieron los cuerpos de Caamaño y otros dos guerrileros en una parigüela, una especie de litera larga construida con palos” .
Pou narró que la litera fue colocada encima de un hoyo grande y echaron mucha madera encima de los cadáveres, y le pegaron fuego .
“De Caamaño no hay restos del cadáver, porque lo incineraron; se lo digo yo, que estuve allí y no tengo porqué hablar mentiras”. Pou dijo que él conocía a Caamaño desde niño y estuvieron juntos en el mismo colegio, y que éste estaba casado con una prima de su mamá. “Yo hablé con Caamaño mientras estaba preso en Nizaíto, antes de que lo fusilaran”, relató .

Reacción de Claudio 

Con relación a las declaraciones de Pou, Claudio Camaño Grullón, participante de la expedición del coronel de abril, reiteró que todos los cadáveres de los guerrilleros fueron recuperados, con excepción del de Holguín Marte, que fue desaparecido por los militares luego de que Hamlet Germán los llevara a una cueva donde había sido dejado por sus compañeros.

 PORMENORES SOBRE LA MUERTE DE CAAMAÑO 
Claudio Caamaño reconoció que el cadáver del guerrillero fue incendiado pero no se quemó del todo. Quedaron muchos huesos, entre estos algunos de la cabeza encontrados en un rincón de la tumba donde enterraron a Lalane José y a Pérez Vargas .
Dijo que los restos que fueron exhumados en la Loma de Nizaíto fueron identificados por antropólogos y especialistas forenses .
“Tenían evidencias de que fueron quemados, pero no se consumieron del todo; quedaban pocos huesos de la cabeza y de otros solo se recuperaron pedacitos”. Los cadáveres de Lalane José y Pérez Vargas no tenían rastros de fuego, estaban completos, pero no los de Caamaño. Eso puede explicar las afirmaciones del general retirado Pou que señala que fueron incinerados, al ser ordenado por Milo Jiménez, pero no llegaron a ser todo cenizas .
Según Claudio, los jefes militares ordenaron a un cabo y a seis militares que quemaran el cadáver de Caamaño hasta que se consumiera y que a Lalane y a Pérez los enterraran. “Ellos cavaron las fosas y pusieron madera y maleza sobre el cuerpo de Caamaño, pero estaba lloviendo mucho; esa zona es muy fría y húmeda en invierno; la leña y la maleza no pudieron arder, como se deseaba”. El propio cabo, siendo capitán, llevó a Claudio a las tumbas. “Cuando vimos que el cadáver de Caamaño no se quemaba por la humedad fuimos ante el general Milo Jiménez y le pedimos gasolina o gasoil para echarle a los cuerpos”, relató el ex militar, quien ayudó a localizar los restos siete años después . (Ramón Urbáez-Listín)

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