Anthony Santos al que ¡le gusta esa vaina!
Por Alci de la Rosa
ESTE LUNES CINCO DE DICIEMBRE SE VA PRODUCIR UN ACONTECIMIENTO SIN PRECEDENTES EN LA HISTORIA DEL ARTE MUSICAL POPULAR DE LA REPÚBLICA DOMINICANA, Y ES NADA MÁS Y NADA MENOS, QUE UNA FIESTA-CONCIERTO CON EL BACHATERO ANTHONY SANTOS EN EL TEATRO LA FIESTA DEL HOTEL JARAGUA Y CUYO DERECHO A OCUPAR UNA MESA VA DESDE LOS 30 MIL PESOS HASTA LOS 300 MIL, ¡ASÍ COMO USTED LO LEE CASI UN TERCIO DE MILLÓN POR UNA MESA!
Pero a los que nos leen en Estados Unidos (que dicho sea de paso es el líder de nuestra lectoría), México, Alemania, Rusia, Venezuela, Argentina, España y otros apreciados países les vamos a decir que nuestro país no produce petróleo, que aquí no hay minas de diamantes (sí hay una de oro pero está en manos extranjeras), que no tenemos un parque industrial que nos coloque en la competencia mundial ni mucho menos. Este es un país que tiene como primer soporte económico para captar divisas el turismo y la ampliación de las zonas francas, especialmente textiles y además producimos muchos peloteros de grandes ligas, que nos permite una vida modesta.
Por Dominicana han desfilado grandes artistas a través de los años del calibre de Néstor Mesta Chayres, Pedro Infante, La Sonora Matanera, Bill Haley and his comets, Plácido Domingo y otros que sería prolijo enumerar, amén de las super figuras conque contamos como Juan Luis Guerra y Michael Camilos y otros de renombre popular que han dejado huellas por la belleza de su lírica y su gran aporte el cancionero continental.
A Anthony Santos no se le puede negar que surgió de otra agrupación bachatera en la que era un simple empleado y que gracia a su talento para menejar las cuerdas de la guitarra y la buena voz de barítono que tienes, así como su faceta de compositor de las letras y la música de sus canciones, se ha entronizado en el gusto popular y que es el único artista criollo que ha tenido preventas de discos y que hasta ha desafiado a los disc jokeys y directores de emisoras a que le toquen o no le toquen sus discos, pero de ahí a cobrar por mesas desde 30 mil a 300 mil pesos nos parece que hay una sobre valuación de este artista.
Esto así porque podemos hurgar en su repertorio buscando temas que realmente tengan una lírica que por su belleza trasciendan y que con el tiempo se conviertan en clásicos, y a nuestro entender no los hay, solo con la temática trivial del amor y el desamor y en medio de sus temas su fenomenal frase "me gusta esa vaina", de lo que se deduce la pregunta, ¿cuál es la calidad del público que irá a esa cita concierto-bailable?
Nos parece que no es la más intelectual por lo que hay que chequear quienes son los que en estos momentos de aguda crisis económica mundial gastan el dinero tan alegremente.
En un país en que hay tantas precariedades de personas que necesitan medicinas, de niños que están en la orfandad, de comunidades que claman por escuelas, de gente que duerme a la intemperie y que no obstante a todo esto haya un grupo de dominicanos que en vez de aportar recursos para mejorar estos males sociales por por pura vanidad y boato vayan a pagar esa alta cantidad de dinero por ver una noche al bachatero, es cosa que llora ante la presencia de Dios.
Una señora escandalizada por los precios tan arrogantes que se va a cobrar para esa presentación del llamado "Bachatú", solo atendió a decir ¿Y qué será lo que tiene el negro?
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