domingo, 11 de septiembre de 2011

¡LA SALSA EN GRANDE EN EL SALSOUL DE PUERTO RICO!


Tito Nieves, el Pavarotti de la Salsa


Héctor Aponte Alequín / Primera Hora

La ricura tropical que ofrece El Evento de Salsoul se cocinó a fuego lento el año pasado en su primera edición, pero la noche del sábado la receta cambió, pues avanzó con una organización y celeridad pocas veces vistas en espectáculos de este tipo.


El conjunto de miniconciertos, programado para las 8:00 de la noche, empezó a las 8:20 cuando Manny Manuel llevó su merengue al escenario del Coliseo de Puerto Rico, en Hato Rey, mientras los espectadores iban llegando poco a poco a este recinto. Se trata de una puntualidad poco común, pues los conciertos en ese lugar suelen comenzar mínimo con una hora de retraso.
“Muchas gracias por estar aquí a pesar de la lluvia. María se fue. Un aplauso para Jesús, que nos tiene bendecidos”, exclamó el cantante orocoveño en alusión a la tormenta que se desvió de la Isla. Manny interpretó Rayando el sol (Maná), un popurrí de Si una vez,  Pero qué necesidad y Dicen que los hombres, y Oye, mi amor (Maná). En este último tema recordó a la ex reguetonera boricua Francheska integrando los versos “Menéalo, un poquito, menéalo, suavecito”.

Beneficiado por contar con el mismo montaje de pantallas gigantes que tuvo la Noche de Estrellas de Fidelity el viernes, El Evento prosiguió rápidamente con Tito Nieves. El “Pavarotti de la Salsa” cantó De mí enamórate, Más que tu amigo y Fabricando fantasías, entre otras canciones.
Para ese entonces, cerca de las 9:00 de la noche, estaba llena la mitad del Coliseo en su versión amplia y seguía llegando gente. En el área de Arena, varias decenas de parejas bailaban como en una pista, mientras que mancuernas profesionales hacían lo propio en la tarima junto con Tito Nieves.
De esa manera, el sabor se impuso desde el principio, en gran parte gracias a la orquesta, dirigida por el maestro Elías Lopés. Esta batería de instrumentistas acompañó a todos los intérpretes, con excepción de Roberto Roena y su Apollo Sound, anunciados como protagonistas de la clausura.
Desfile de “nenes”

La cadencia continuó su recorrido imparable con NG2. Las cómicas letras de Como amigos no, Carne y hueso y Ella menea les sirvieron a Norberto Vélez y Gerardo Rivas, integrantes del dúo, para integrar comentarios y mantener a los espectadores en movimiento. Su despedida fue con Andy Montañez, quien se les unió en La salsa de hoy y Julia.
Una vez añadidos estas sazones, la salsa se endureció con Ismael Miranda y Tito Rojas. Miranda añadió a su plato fuerte el pique del recuerdo al interpretar  No me digan que es muy tarde, Para componer un son, Cipriano Armenteros y María Luisa, además de otras melodías. Integrantes de la Puerto Rican Power lo acompañaron, asimismo, en Bésame.
Haciendo los gestos que lo identifican como el “Gallo Salsero”, por otra parte, Tito Rojas ofreció los números Señora de la madrugada, No me digas no y Preguntan por mí, entre otros.
El público demostró ser fiebrú de este ritmo, pues se la pasó coreando incluso Ése no soy yo, el más reciente sencillo de Rojas. Algo similar ocurrió luego, cerca del final, con la presentación de David Pabón, cuya ausencia de 18 años en los escenarios locales no impidió que sus seguidores recordaran sus canciones.
El salsero dominicano José Alberto “el Canario” sucedió a Tito con un show igualmente recibido con aplausos y contoneo.
Pero quien se llevó los gritos femeninos fue Jerry Rivera. El cantante puertorriqueño no paró de sonreír al cantar No hieras, Sólo pienso en ti y dos popurrís de los éxitos que lo dieron a conocer en los años 90.
Un efecto parecido provocó David Pabón con las canciones Como lo haces conmigo y Aquel viejo motel, entre otras, antes de que la tarima recibiera el peso de Roberto Roena, cuyo cencerro y bongó prometían masticar hasta las últimas gotas de salsa que quedaran en el Coliseo.
A las 11:40 de la noche, el recinto estaba casi lleno.
Sin perder el tiempo
Aunque no tan amena como la música, la animación fue igual de rápida y carente de baches. Ese rubro estuvo a cargo del talento de la emisora, integrado por Nicole Chacón, Jesse Calderón, Jay Pérez y Agustín Rosario. Asimismo, Emmanuel “Sunshine” Logroño y Fernando Arévalo hicieron de las suyas para hacer reír. Dentro de la comedia, se destacó el número de Mongüi & Pescuezo.
Alí Warrington y Eric Valcourt impartieron simpatía, pero sus comentarios homofóbicos no le hicieron mucha gracia a la audiencia.
Esta segunda edición del Evento de Salsoul duraría cuatro horas y media, según anticipó la producción. Los recaudos nutrirían los fondos de la fundación sin fines de lucro Anthony “Junior” Soto.

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