jueves, 27 de noviembre de 2014

GIANNI PAULINO TV, TEATRO Y SERVICIO

  • Gente. Gianni Paulino se ha concentrado en la actividad teatral en sus diversas vertientes y en su fundación Manos Arrugadas.


Mario Emilio Pérez (L.D.)
Santo Domingo

Conversar con Gianni Paulino es conocer de ella dos características que se manifiestan casi de inmediato, que son el entusiasmo y la vocación de servicio. La he seguido desde sus inicios en la pantalla televisiva, donde durante años dio notaciones de su talento y dedicación.
Por eso me sorprendió sobremanera su decisión de abandonar esta vertiente comunicacional, cuando se encontraba en el pináculo de la popularidad con su programa Gianni Espectacular.
Algunas figuras femeninas han demostrado la versatilidad de sus dones, y entre ellas podemos citar a la cantante Edilí, cuyas actuaciones teatrales han sido exitosas.
Lo mismo ha ocurrido con Ivonne Beras, Honi Estrella, Nashla Bogaert, y otras, que han impactado públicos diversos desde las tablas.
En el caso de Gianni, y tras un reciente largo diálogo, comprobamos que al abandonar el quehacer televisivo se ha concentrado en la actividad teatral en sus diversas vertientes, y en su fundación Manos Arrugadas.
Esta entidad, que ocupa gran parte de su tiempo, está destinada a brindar apoyo de toda índole a personas cuya añeja edad biológica limita sus facultades físicas, mentales y emocionales.
Y ha dado tantas satisfacciones a su directora, que no añora sus éxitos en la televisión, y se ha mostrado indiferente ante las tentadoras ofertas que ha recibido tras su retiro, que piensa podría ser definitivo.
A esto ha contribuido también el trajinar teatral intenso, parte del cual fue la reciente presentación en la Sala Ravelo del Teatro Nacional, de la comedia de Moliere Las preciosas ridículas, donde unió la producción a la actuación.
Moliere es el seudónimo del dramaturgo y actor francés Jean Baptiste Poquelin, quien en sus dramas y comedias supo hurgar con profundidad en los caracteres humanos, describiendo acertadamente virtudes y defectos.
Tal ha sido su popularidad con el transcurso de los siglos, que para señalar la hipocresía y la falsa moral de alguna persona se usa el término Tartufo, título de una de sus obras.
Gianni Paulino es una lectora persistente de las creaciones de este autor, y admira la lucha que este libró y las persecuciones que sufrió por auscultar en ellas a la sociedad francesa de su tiempo.
En Las preciosas ridículas asume con destreza el papel de la vanidosa Magdelon, secundada por un elenco que incluye a esa gran dama del teatro dominicano que es Elvira Taveras personificando a Cathos, tan coqueta y aristocratizante como su prima.
La tesonera y algo perfeccionista Gianni dedicó recursos y realizó viajes al exterior para lograr  escenografía y vestimentas acordes con la época en que fue escrita la obra, que fue el año 1659.
Fue tan prolija y diestra la exposición que me hizo esta artista sobre sus múltiples y variados afanes, que lamenté no haberle informado que el descanso forma parte de la cotidianidad de los seres humanos. 

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