Por Alci de la Rosa
ESTÁ EN EL TAPETE EL TEMA DEL USO DESMEDIDO QUE HACEN LOS CANALES DE TELEVISIÓN PARA PRESENTAR ESCENAS HORROROSAS, VERGONZANTES Y QUE OFENDEN A LA OPINIÓN PÚBLICA sin que se vea en el horizonte algún mecanismo que ponga control a una situación que está causando males peores a nuestra sociedad.
Las escenas de crímenes, actos impúdicos y de conductas deleznables están minando el sentimiento de muchos dominicanos que por su débil discernimiento de las cosas tienden a imitar lo malo como una forma de llenar un vacío que muy bien podrían satisfacerlo de otra manera.
Desde el inicio de la historia de la humanidad el hombre se ha visto siempre ante la disyuntiva de lo que es bueno y de lo que es malo y con el devenir del tiempo y a través de un largo proceso ha podido distinguir el uso de costumbres y realizaciones que realmente valen y aportan a la buena convivencia y que por el contrario otras actúan como fuerzas negativas.
Ahí entra el asunto de los valores y del ego para que una persona se sienta bien con sus realizaciones pero en este mundo tan complejo que vivimos hoy hay confusión con los reales valores y los que supuestamente alguien piensa que estos son.
Desde hace decenios en Los Estados Unidos no se pública en primera página de los periódicos escenas ni noticias sobre crímentes ni atentados contra una persona (como atacan con ácido del diablo en este país) y supongo que también en la televisión debido a que personas descarriadas podrían imitar esos hechos por el simple deseo de aparecer en esa primera página y así satisfacer su ego equivocado.
Ya se puede ver en los juegos de las Grandes Ligas que antes cuando un fánatico se tiraba al terreno en pleno desarrollo del evento se tomaban las imágenes y las lanzaban al aire lo que creó una fiebre de imitadores para salir en televisión y que lo vea todo el mundo, pero desde que se dejó esa práctica inmediatamente cesó la irrupción de un expectador al terreno de juego.
Todas esas bárbaras escenas que a diario se ven en la televisión y noticias de crímenes que salen en la primera plana de los periódicos sin duda alguna que han hecho estragos en cabezas perversas que tienden a herir a sus víctimas en donde más le duela ya sea en su físico o en su sentimiento.
Es necesario que con la buena voluntad de los dueños de los medios de comunicación, sus directores y las autoridades pertinentes se le ponga pronto un freno al tren descarrilado de públicar cuantos horrores llegán a sus mesas de redacción o edición.
No hay comentarios:
Publicar un comentario