LA FIERA RIVALIDAD DE HIPÓLITO MEJÍA Y MIGUEL VARGAS MALDONADO EN EL PRD SACÓ LA OLLA DE PRESIÓN DE LA CANCHA DEL PLD Y LA HAN LLEVADO PARA SU PARTIDO

Miguel e Hipólito

Por El Duende

A HIPÓLITO MEJÍA COMO A MIGUEL VARGAS MALDONADO SE LES HA IDO LA MANO EN SUS REBATIÑAS PERSONALES TANTO ASÍ QUE HAN DEJADO DE LADO LO QUE REALMENTE VALE PARA LA MILITANCIA DEL PRD que es la unidad de ese partido para salir del marasmo en que se encuentra desde hace varios años y tratar de ganar las elecciones del 2016.

El error ha  sido tan garrafal que sin darse cuenta han sacado la olla de presión que tenía el PLD en su cancha con los ataques vitriólicos que estaba recibiendo el ex-presidente Leonel Fernández y sus ex-servidores en su gestión del gobierno pasado y lo más grave del caso es que la han puesto ahora en la cancha del PRD

Han desaprovechado los vientos que estaban a su favor por no tener el desprendimiento de ceder en sus tozudas posiciones en pro del aglutinamiento de esfuerzos que empujen en un mismo sentido para darle la suficiente solidez a ese partido para conducir las aspiraciones de su enorme militancia. 

Mejía y Miguel están actuando como dos políticos defasados, porque realmente no tienen diferencias ideólogicas, sino que sus actitudes rondan en los intereses personales y exclusivos que envuelven a los dirigentes que están en el entorno de cada uno de ellos y que los presenta ante la sociedad como entes que no entienden que se está viviendo una situación muy distinta a como se hacía la política en el milenio pasado.

Esa conducta de permanente hostilidad a lo interno va restándole imagen al Partido Revolucionario Dominicano ante los poderes fácticos que lo ven como incapaz se asumir los destinos del país ya que por sí propio no se sabe controlar y conducir.

Ya se avecina el 2013 y esa organización en manos del liderazgo emergente tendrá que tomar medidas heroicas para reivindicar ese agrupación política en nombre de la dialéctica que enseña que todo está en constante cambio y que lo que sucede es lo mejor.

 Todo el mundo es importante pero nadie es imprescindible, el parentesco y la amistad es una cosa pero la política es otra y muy diferente y si en nombre de la amistad y favores pasados usted actúa por boca de ganso verá como la misma política lo irá sacando de cauce ya que el liderazgo no se hereda, ni se compra y mucho menos se regala, ¡hay que lograrlo con la acción de los hechos!