Caracas es todo un desastre con las lluvias continuas afectando centenares de vehículos
JAVIER BRASSESCO | EL UNIVERSAL
De manera oficial Caracas entró ya en su período seco (diciembre-mayo); en la práctica sigue lloviendo todos los días. La Niña, el fenómeno climático que el año pasado dejó en la calle a casi 60 mil personas solo en Libertador, vuelve a emerger y se mantendrá hasta principios del año que viene, según alertó la Organización Meteorológica Mundial, OMM.
Se prevé que no provocará tantas precipitaciones como La Niña del periodo 2010-11, pues se trata de un fenómeno nivel 1, el de menor intensidad.
Eso bastará, sin embargo, para que este sea otro diciembre atípico en lluvias: históricamente el último mes del año es el cuarto más seco, pero con la activación de La Niña el promedio histórico de 42,8 milímetros se duplicaría, incluso en el más optimista de los escenarios.
Al mismo tiempo, la OMM descartó el fenómeno climático opuesto a La Niña (El Niño) para antes de abril de 2012.
No es común que La Niña -que aumenta la presión en el Pacífico Tropical junto a las costas de Suramérica y que en esta zona está tan asociado a lluvias e inundaciones como a sequías en África-, se repita en años consecutivos, pero, explica Luis Izaguirre, pronosticador del Inameh (Instituto Nacional de Meteorología e Hidrología), el clima parece estar rompiendo paradigmas, en parte por el calentamiento global.
Para ilustrar su afirmación, llama la atención sobre el hecho de que en los últimos doce años Venezuela ha sufrido tres veces desastres de gran magnitud debido a las lluvias: 1999, 2005 y 2010: "Fíjate que cuando ocurre el deslave de Vargas, Caracas no vivía una emergencia de consideración por lluvias desde 1951, lo que causó todavía más destrucción, pues la ciudad no estaba preparada. Desde entonces hemos vivido dos eventos más, aunque de menor magnitud al de 1999".
Después de un año bastante seco como 2009, en 2010 se batieron todos los récords de pluviosidad. 2011, sin llegar a los extremos del año pasado, ha sido también un año con muchas precipitaciones, al punto de que incluso sin tomar en cuenta las de diciembre, es ya el octavo año más lluvioso en los últimos sesenta y uno, según datos del Departamento de Ingeniería Meteorológica de la UCV.
Desde este lugar, Valdemar Andrade advierte que el dato de que muy probablemente las lluvias se extenderán durante las próximas semanas debería poner en alerta a las autoridades y a quienes habitan zonas en riesgo, pues llueve demasiado seguido y los suelos no han tenido oportunidad de secarse, lo que está preparando el terreno para posibles deslaves.
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