ROMEO SANTOS DICE QUE CUANDO SUS FANS LO ABORDAN EN UN ESCENARIO PARA BESARLO LAS DEJA QUE HAGAN LO QUIERAN

               Romeo Santos rodeado de sus fans que le obsequiaron peluches, chocolate y poemas
Frances Tirado / Primera Hora

Con cierta picardía, el cantante de bachata Romeo Santos revela que no tiene reparos en admitir que durante los in-stores que, está realizando para promocionar su disco Fórmula Vol. 1 en Estados Unidos, han sido muchas las mujeres que lo han besado en la boca, a lo que no ha puesto resistencia.

Ante el robo de besos en la boca, el ex integrante y voz principal de la agrupación Aventura confiesa a Primera Hora que le ha sorprendido lo atrevidas que son muchas de sus seguidoras no sólo en los shows, sino también en estos encuentros de firma de discos, tal como le sucedió en la tienda FYE en el sector del Bronx, en Nueva York.

“Lo que están haciendo muchas es que me dan unos besos muy apasionados y me sorprendo. En un in-store en Los Ángeles, había una señora viejita y se me acerca y me dice: ‘Mijo, ven aquí, que te quiero dar un abrazo’, y se me pegó y me dio un beso que parece que le llegó la juventud (ríe)”, narra con mucha simpatía vía telefónica.

Las fans de Romeo emocionadas de verdad ante su figura

¿Qué haces cuando te besan, les respondes o las apartas?

En esas ocasiones uno lo que hace es que se ríe y no me muevo y las dejo. Claro, no le voy a sacar la lengua a la viejita, pero dejo que goce (ríe).

En este tipo de compartir también “siempre uno ve a las mujeres que lloran y se emocionan, pero me pasó algo que me sorprendió y es que se apareció un hombre que se veía bien machito y empezó a llorar con mucho sentimiento y nostalgia, y me decía llorando que le gustaban mis canciones y me dijo: ‘I love you’ (Te amo)”.

Otra de las cosas que lo dejan boquiabierto es presenciar que muchas de las fanáticas se tatúan su nombre, Romeo, y eso es algo que le gusta y que considera como un bonito detalle de parte de ellas.

Para Anthony Santos, su verdadera identidad “uno ve con sus propios ojos la emoción y la felicidad que uno le brinda a los fanáticos, que es algo que no tiene precio”.

“Siempre he dicho que uno no se puede preparar para el éxito. Soy optimista, pero cuando te dicen que estás número uno y rompiste tu propio récord (tras debutar número uno en ventas en Billboard por su disco Fórmula Vol. 1), y en tal lugar te esperan miles de personas, siento emoción y cosquillitas en el estómago como cuando me escuché por primera vez en la radio. Como yo soy una persona que no salgo mucho y trato de ser reservado, cuando decido tener este tipo de encuentro, yo me lo vacilo, me lo disfruto”, dice.

Romeo Santos sobrepasó los 1,300 cedés autografiados en Nueva York, Los Ángeles, Boston, Miami y Chicago. Y en la tienda FYE, en Nueva York, se acabaron los discos al firmar 2,000.

Se remonta a Aventura

A pesar de que hace 14 años despuntó con el grupo Aventura, con el que vivió una carrera que de cero logró posicionarse entre los favoritos del público en general, no deja de asombrarle cómo en los in-stores la policía cerraba las calles por seguridad ante la algarabía de la gente en Nueva York.

“Eso me recordaba cuando empezaba (en la música), que la gente estaba vuelta loca y eso me traía esos recuerdos y me hacía sentir una sensación tan especial como volver a los inicios”, precisa.

En este tipo de actividad, tampoco, pueden faltar los regalos para el artista. Por ejemplo, ha recibido “chocolates, poemas y peluches” por parte de sus fans.

Las jóvenes también le pedían que las complaciera diciendo sus frases sensuales como “so nasty”.

No le gusta perder

Romeo pudo haber sido abogado, pues sus amistades se lo vacilan porque es de las personas que siempre quieren tener la razón en sus argumentos.

“Mis amistades me relajan mucho y me dicen que debí haber sido abogado porque no me gusta perder. Cuando tengo un argumento, lo defiendo”, sostiene, al tiempo que señala que también le atrae la pintura, pero reconoce que sus primos lo hacen mejor.

Aunque le gusta dibujar y pudo haber sido abogado, reitera que “no me visualizo haciendo otra cosa que no sea ésta de cantar. Recuerdo que en los pasillos de la escuela me decían: ‘Este tipo tiene guille, se cree artista’, y yo siempre me veía como un artista y lo logré”.