lunes, 17 de octubre de 2011

ISMAEL RIVERA RECORDADO CON SALSA COCOLA EN EL DÍA DE SU NATALICIO


Ismael Rivera, el Sonero Mayor


Rebecca González Pérez / Para Primera Hora

Aunque físicamente Ismael Rivera ya partió de este mundo, hace 24 años, todavía su legado le hace vivir a sus fanáticos buenos momentos, como los que se presenciaron anoche en la Placita de los Salseros, en Santurce, como parte de la conmemoración del octogésimo natalicio del “Sonero Mayor”.

En la famosa placita imperó un ambiente de hermandad y alegría al ritmo de la orquesta de Sammy García y el Sabor de Puerto Rico. Y es que , todos los que lo conocieron, sólo tuvieron palabras de elogios para el intérprete de El nazareno y, en especial, resaltaron su don de gente.
De la familia de Maelo asistió su hermana Ivelisse Rivera, quien dio las gracias a los presentes y resaltó el cariño que aún le tienen a su hermano.
“Ismael ya no está, pero queremos celebrar siempre que haya nacido, y lo que hizo en la música y por la música. Para mí, él fue como un padre porque, aunque nosotros tuvimos a nuestro padre, papi y mami eran divorciados y la figura paterna que estaba ahí era él, tratando de resolver los problemas que se supone resolviera un papá”, aseguró Rivera,

Una anécdota que Ivelisse Rivera compartió sobre el llamado “Brujo de Borinquen” es que era muy celoso con sus hermanas.
“No nos dejaba ir a bailar y era bien celoso, siempre estaba pendiente de todos los muchachos que nos pretendían y que iban por nuestra casa. Él siempre estaba preguntando, iba a donde ellos y los interrogaba, y les decía que hicieran las cosas bien porque si no iba a haber problemas”, narró a Primera Hora.

Entre los que disfrutaron ayer del bailable estaba Karen Thomas, de Carolina, quien tuvo la oportunidad de compartir bastante con Maelo porque la esposa del músico era como su hermana.
“Ismael fue una persona jocosa y él saludaba a todo el mundo con un beso o un abrazo, aunque no los conociera, ése era Ismael Rivera”, expresó Thomas, quien vestía una camisa blanca que en su espalda tenía pintada la cara de Maelo.
Fueron muchos los que contagiados con el ritmo de la salsa bailaron de principio a fin una y otra vez, en especial Sonia Luz Navedo, quien viajó desde Barceloneta y se describió como una cocola de toda la vida.
“Ismael es uno de los personajes en la música más importantes de nuestra Isla. Yo me he encargado de que mis hijos también bailen salsa, soy maestra de kínder y enseño salsa en mi salón. La salsa no va a decaer nunca, y los cocolos nos encontramos en cualquier lugar y somos una gran familia”, aseguró Navedo.
Mientras unos describieron al Sonero Mayor como una gloria de este país, otros como Tito Roldán opinaron que no hay nadie que se le puediera parar al lado cuando se trataba de sonear. Este mismo sentir lo comparte el percusionista Sammy García.
“Para nosotros es bien importante que la familia Rivera nos haya invitado a este evento. Todo el que cante salsa en cualquier parte del mundo debe escuchar a Ismael. A mí lo que más me gustaba de él era su improvisación, las ocurrencias que tenía porque ahora las salsas tienen más letra, pero antes los temas eran bien pueblerinos y sacarle punta a eso era más difícil. En cuanto a parársele al lado, no creo que haya nadie, quizás cerca o atrás pueden estar Cheo (Feliciano), Gilbertito, pero todos vienen de ahí y de ellos hay un respeto hacia Ismael”, subrayó.
La fiesta continuaría hasta pasadas las 10:00 p.m. con el grupo Villariny Salsa Project, y el cierre estaría a cargo del sobrino de Maelo, Moncho Rivera.

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