Fefita La Grande del meregue típico
Por Alci de la Rosa
Mucha gente, incluyendo a varios comunicadores y al mismo Vidal Cedeño, no entienden o no comprenden que la generosidad de ayudar a Fefita La Grande a que adquiera su derecho de entrar a territorio norteamericano nada tiene que ver con la observación de la justicia norteamericana en torno a lo que está escrito en relación con un contrato que no ha sido cumplido y que tal parece que no ha perimido porque el empresario Niní Tavárez amparado en él ha logrado que las autoridades judiciales de Estados Unidos hayan puesto impedimento a que se celebre cualquier espectáculo en que la figura principal sea la famosa merenguera dominicana.
Si finalmente se falla a favor de Vidal Cedeño, pues nada, que se de curso inmediato a lo que se había planificado y ojalá que le vaya bien y también a fefita, que es el deso de todos, pero lo que nos llamas la atención es que él se sintiera tan orondo y muy quitado de bulla para anunciar un espectáculo quizás ignorando las leyes estadounidenses y sus indelebles consecuencias.
¡Lograr que Fefita resolviera su agobiante problema del visado, todos lo hemos aplaudido! Pero repetimos una cosa es con guitarra y otra cosa es con violín lo que se vierte en que un hecho aislado de ninguna manera debe afectar las normas impuestas democraticamente en una sociedad.
La misma Fefita tiene la sarten en sus manos para decir si realmente existe un compromiso legal con el empresario Niní Tavárez y que debe cumplir y no ha querido decir una palabra al respecto para no afectar a quien en un momento tan dramático de su vida le extendió la mano.
De todas formas lo que abogamos es que este impasse sea resuelto de la mejor manera compensando en forma justa una parte como la otra ya que no tenemos velas en este entierro.
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