El locutor Claudio Nasco
Por Alci de la Rosa
* Nos decía el profesor de la cátedra de filosofía en la Universidad Autónoma de Santo Domingo que no solo hay que prepararse para la vida sino que así también debemos estar preparados para la muerte, desde el ahorro para los gastos de entierro y finalizar nuestros días con un comportamiento digno para que deudos y allegados no tengan que sufrir la verguenza ajena. Con el discurrir del tiempo aquilatamos en todo lo que vale ese consejo del brillante maestro ya que durante su existencia son muchos los que se dan a los desenfrenos del placer y la ambición sin reparar en que todo tiene su fin y que un día nos rendirán cuenta por nuestra conducta, porque tarde que temprano sale a luz pública todo lo que ocultamos. Dolió mucho y fue conmovedor cuando en el Canal 37 Nuria, directora de NCDN, y todos los compañeros de trabajo del occiso, expresaban con rostros transidos por el dolor, cuánto le estimaban y lo querían porque él a diario era un derroche de cariño para todos y se empeñaba para que el más humilde de los empleados de la empresa se sintiera bien en un momento especial, tanto así que se aparecía con un bizcocho para celebrar el cumplaños hasta de un conserje. Pero tras su muerte física vino la muerte moral cuando se dieron a conocer los testimonios de su promiscua vida secreta en que seducía con el dinero corruptor a menores de edad para satisfacer sus aberrantes apetitos sexuales, cosa que se convierte en un boomerang y le asesta a él mismo el golpe de muerte. No condenamos lo que fue su preferencia sexual ya que hay parejas de este tipo que viven una vida respetable e incluso aportan positivamente a la sociedad en que viven. Los parientes y vecinos de los implicados en este horrendo asesinato y gente del arte y la farándula han hablado claro de todo lo ocurrido desde varios años y que finalmente ha generado este fatal desenlace, por lo que se descarta que haya sido otro el motivo de su muerte, ya que este informador no era conflictivo, no estaba ligado a una red mafiosa o vinculado a algún peligroso secreto de estado.
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