Mario Vargas Llosa
Por El Duende
* Mario Vargas Llosa no pega una. Primero, es que no dormía angustiado por el palo literario de El Gabo, Gabriel García Márquez quien logró el premio Nobel de literatura con su deslumbrante y magnífica obra CIEN AÑOS DE SOLEDAD, que la crítica con las más elevadas luces en la materia llegó a compararla con EL QUIJOTE, del preclaro "Manco de Lepanto", Don Miguel de Cervantes y Saavedra.
Ante tan soberbio triunfo él pretendió opacarla escribriéndo su mamotreto "La Guerra del fin del mundo", la cual se quedó muy por debajo del sitial que hoy ocupa la primera de su colega de Colombia.
Y segundo, es que todavía con el cadáver tibio del último prócer de Venezuela, HUGO RAFAEL CHAVEZ FRIAS, y de una avancha humana alrededor de su féretro y América y el mundo tributándole honores por las huellas imperecederas de bien que deja en su paso por la vida, este marchante se despacha con la "pachotada" de que el chavismo "va a desaparecer más pronto que tarde".
El cambio de vida de la gente de los cerros, aquellos de "las casa de cartón" que mencionan Los Guaraguaos en su canto, la mejoría en la calidad de vida de las clases menos pudientes, miles de ellos ya con sus casas propias, incluyendo hasta dominicanos que viven allá, la educación y alimentación de cientos de miles de escolares en los grados primarios, medios, secundarios y de universidad, así como el avance sin precedentes en la salud pública, son logros que serán defendidos a piejuntilla por esas grandes masas populares con el apoyo de las fuerzas armadas revolucionarias con uñas dientes.
Si Vargas Llosa se va sentar a esperar que ese deseo se le cumpla en lo inmediato debe ir a una tienda y comprarse una almohadita para que se ponga cómodo porque de lo contrario se le entumecerá el trasero.
No hay comentarios:
Publicar un comentario