Checheo Rivera, como todo un profesional ralizado, está en el Este, disfrutando con su familia en su villa, alejado del mundanal ruído.
Pero hasta él hemos llegado en interés de recoger su opinión en torno a la decisión de Acroarte de cambiar el nombre de Premio Casandra por el de El Soberano.
La situación es que la familia de Casandra se opone a que se use el nombre de El Soberano para identificar al premio.
Asevera Rivera que el mismo aunque está registrado, enfrenta una oposición, al igual que el de Casandra, por lo que forma parte del conflicto.
Recalcó que tanto el nombre de Casandra como el de El Soberano tienen de frente una oposición en Onapi para que no puedan ser utilizados, y advierte que se notificará por acto de alguacil a todo aquel que lo use o lo patrocine, señalando el caso específico de empresas como Claro, La Sirena, CocaCola , la CDEE y otras que le han dado auspicio en producciones anteriores, añadiendo que en vez de uno son tres los bufetes de abogados que han asumido el caso, pues se proponen actuar en tres frentes diferentes.
Rivera señala que sus abogados se han propuesto llegar hasta las últimas consecuencias, y que aparte de las demandas en el ámbito local, ampliarán su radio de acción al mercado norteamericano donde Ambev, que adquirió gran parte de las acciones de Cervecería, figura como una empresa pública, por lo que se tendrán que enfrentar a dilucidar algunas acciones y detalles de negociaciones que, asegura, no convendrían a la misma, por las implicaciones que conllevan en una nación donde las leyes por los derechos de autor de cumplen.
Una de las demandas tiene que ver con los 80 millones de pesos que Cervecería Nacional Dominicana habría generado con el copatrocinio de los premios Casandra de los últimos tres años y que no se sabe a donde han ido a parar.
"Viene una demanda por abuso de confianza, porque nadie le ha dado permiso a la Cervecería para usar el nombre de Casandra con fines comerciales", dijo Rivera. "Ambev se va a enfrentar a una demanda internacional por derecho de autor, que en Estados Unidos es algo sagrado", refiere Checheo.
"Según el maco, es la pedrá", refirió, citando una expresión folklórica.
Dijo sentirse extrañado de que se haya buscado para el premio un nombre que forma parte del problema, como es El Soberano, porque si bien es cierto está registrado, sobre el mismo hay una impugnación a su uso, por ser uno de los símbolos de Casandra, al igual que la estatuilla que simboliza en su gesto a la Soberana.
"Si querían en realidad cambiar de nombre, debieron buscar otro, y no uno sobre el cual también hay una oposición, lo que obliga a iniciar un proceso legal que probablemente ponga en peligro al próximo premio", expresó Checheo, al tiempo de advertir que sus abogados procederán a notificar a Acroarte y a los patrocinadores, sobre las consecuencias que se derivarían del uso del nombre de El Soberano.
Advierten, además, que la fundación de la familia tiene registrado el nombre de "Casandra la Soberana".
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