Jorge Lavat, se alejó del cine por 3 décadas alegando que solo había violencia groseía
Jorge Lavat podía ser alguien que en el set cuestionara cosas, pidiera explicaciones por ciertas escenas y llegara con propuestas para su personaje, pero siempre remataba con una frase: “¡Lo que diga el director!”
Así lo recuerda Roberto Girault, quien lo dirigió en la taquillera El estudiante y en Ella y el candidato, la cual se estrenará a fines de noviembre.
“Me acuerdo de la secuencia (de El estudiante), donde sube 10 peldaños, y le pedimos que lo hiciera siete veces, se veía que lo sufría, pero nunca puso un pero, era un necio en ese sentido”, narra el cineasta.
“Y en otra, donde baila con su sirenita en la fiesta, eran las cuatro de la mañana y neceaba con que estaba tardando mucho, decía que para qué tanta luz y cosas así, pero jamás se puso a decir que no sabíamos, siempre conté con su apoyo”, agrega.
Lavat, quien durante casi 30 años se alejó de la pantalla grande, decidió regresar a ella al ver que se trataba de proyectos en donde no había groserías y violencia, algo que había lastimado al cine nacional, consideraba.
“Y cuando llegué al set, vi mucho joven, ya nadie quedaba de cuando yo hacía cine”, decía el actor.
Así era Lavat
Tenía muchos planes. Estaba contemplado para La leyenda del diamante, y era el candidato para El señor Vitalis, en la cinta Remi. “Cada mes hablaba para saludarme, estaba entusiasmado con trabajar”, recuerda José Luis Gutiérrez Arias, quien lo dirigió en Marcelino, pan y vino.
Lavat nació el 3 de agosto de 1933 en la capital, se inició en la pantalla grande como extra a finales de la época de oro del cine mexicano y tuvo su primer papel en la película Las mil y una noches (1958).
Su trabajo en la televisión inició antes que en el cine, en 1957, cuando realizó doblaje para series estadounidenses como Los locos Adams, Los intocables y El túnel del tiempo.
Su incursión en las telenovelas, alternada con el trabajo en teatro, fue con Senda prohibida, seguido de otras como Yesenia, Quinceañera o Muchachitas. Después de décadas de no trabajar en el cine, Lavat regresó para filmar la película El estudiante, por la que ganó una Diosa de Plata.
Trabajo póstumo
Lavat falleció la noche del miércoles tras una operación que le realizaron debido a complicaciones, resultado de una primera cirugía de columna que le practicaron en junio.
“Se fue agravando y por más lucha que se hizo, ya no fue posible (la recuperación) porque todos sus órganos estaban muy dañados”, comentó su hermana Queta.
Su esposa Rebeca Manríquez comentó que en un principio la operación no era de vida o muerte. “Era un poco para mejorar su calidad de vida, y sí la mejoró”, dijo entre el llanto.
Ayer por la tarde se realizó una misa de cuerpo presente y por la noche sus restos serían cremados.
Las cenizas serán depositadas en la cripta de la familia en la Iglesia del Pedregal de la Santa Cruz.
Conaculta lamentó el fallecimiento del primer actor y recordó que uno de sus últimos trabajos fue el melodrama Eva Luna, que inicia transmisiones en la televisión el lunes.
No hay comentarios:
Publicar un comentario