Leila Lopes en todo su esplendor.
Por Alci de la Rosa
EL COLOR DE PIEL NO DETERMINA QUE UN SER HUMANO SEA SUPERIOR A OTRO, TODOS SOMOS HIJOS DEL UNIVERSO Y TENEMOS DERECHO A UN ESPACIO EN ÉL Y EN BRASIL LEILA LOPES, DE LA REPÚBLICA DE ANGOLA, ÁFRICA, DEFENDIÓ EL SUYO con sus prendas morales al ganar el certamen de Miss Universo.
Su derecho no lo defendió con la fuerza bruta ni la maledicencia de sus detractores, sino que va a poner su triunfo a trabajar en favor de su Continente (Africa), con programas a favor de los niños desamparados, personas con sida y ancianos, es decir, a favor de los que no tienen nada y día a día reciben los azotes de la pobreza.
En ella no es la vanidad de tener un físico atractivo, sino que da a demostrar su belleza del alma que es la cuenta, en contra posición de gente que puede lucir su tez blanca y sin embargo tienen el alma infernalmente negra por el odio y el egoísmo. ¡Felicidades Alteza!
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