¡LAMENTO DE UN BOSTONIANO QUE AUN RESPIRA POR LA HERIDA DE MUERTE!
Dice una vieja canción "las torres que en cielo se creyeron un día cayeron en la humillación" que popularizó el Trío La Rosa de Cuba, en los años 50s, se materializó en el legendario y desafortunado club de los Medias Rojas de Bostón, ¡equipo señalado por todos los expertos como seguro asistente a la Serie Mundial 2011! Con una de las nóminas más altas de las Grandes Ligas, con impactantes contrataciones como Adrián González y Carl Crawford, pero el signo fatal que lo persigue incesantemente hizo su aparición en septiembre, cuando tenían una cómoda ventaja 9 partidos en el wild card por encima de los, aparentemente desmejorados, Ray de Tampa Bay. ¡Si señor, 9 juegos de diferencia! Pero parece que se recrudeció la maldición del Bambino. De repente el pitcheo abridor empezó a tener problemas de salud, el relevo mermó en su efectividad y sobre todo Daniel Bard que dejó escapar varias ventajas que se convirtieron en derrotas y lo más doloroso, ¡dos fallas cruciales de su cerrador Jonathan Papelbon como la horrorosa de anoche para quedar humillados y tendidos en el terreno! ¡Qué verguenza! ¡Cuánto sufrimiento para una fanaticada tan leal sempiternamente! Jacoby Ellsbury, Marco Scutaro y el guerrero de hierro, Dustin Pedroia mantuvieron la moral en alto de la artilleria patirroja haciendo lo indecible con sus bates esperanzadores, pero ¿y Adrián González? Este hombre a partir de julio no fue el mismo y tuvo el record personal negativo de batear para dobleplay en 26 ocasiones, ¡sí en 26! De lo de "titán" le quedó poco. Pudo haber sido líder en empujadas sobre las 150, pero no bateó en el momento capital. Crawford fue un fracaso total. El jonrón 30 se David Ortiz no se produjo por nada del mundo y su bate en los momentos cruciales no apareció. A todo esto hay que agregar "las franconadas", que son nada menos y nada más que los repetitivos desaciertos de un mánager que se mantiene dirigiendo ese equipo gracias a que el azar lo bendijo con dos campeonatos. Pero de que es cuestionable, es una verdad como un templo. Nada, se dio a Boston como favorito, pero la realidad es otra, no lograron ni siquiera pasar a la pos temporada, es un equipo signado por la mala suerte y cuyo destino parece estar escrito por una mano dantesca.
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