Mientras nos encontrábamos en una de las viviendas, en la tarde de ayer, frente a la escuela primaria República de Haití contemplamos con estupor como a la salida de los alumnos un grueso grupo de ellos se enfrascó en una especie de batalla campal a los puños y luego con tiradera de cuanto objetos estaban por el medio como envases metálicos vacíos de cervezas, pedazos de palos, botellas desechables de bebidas y otros.
El "molote" fue tan grande que el tránsito se vio impedido de fluir con normalidad a riesgo de estropear a uno o más de los muchachos. "Eso es todos los días y usted ve como niños resultan con la boca partida otro con un chichón y así por estilo", nos dijo un lugareño. "A estos muchachos hay que tratarlos con mucha delicadeza porque hay una ley que los protege y además ¿quién le la mano a un muchacho de esos a expensas de que venga su papá y te coma viva?", argulló una profesora.
Señores yo vi con pena y verguenza aquel dantesco espectáculo a la salida de una escuela a donde se va estudiar, a educarse. Y nos llegó una lluvia de cuestionamiento: ¿Y los padres de estos niños, les preguntan el por qué han llegado tan sudados y sucios a la casa?, ¿O si llegaron heridos qué pasó?, ¿La dirección de la escuela que medida ha tomado? Parece que ninguna ya que se afirma que lo que les cuento sucede casi a diario.
Al frente de la escuela Haití hay un destacamento policial, pero a nuestro entender la dotación se da por desentendida de la situación por lo delicado de ligar la fuerza pública con la violencia de niños que además son estudiantes.
Entonces, ¿qué hacer?. Creemos que el Ministerio de Educación debe poner en práctica alguna medida urgente para corregir esta bochornosa situación antes de que alguno de estos muchachos revoltosos sea herido de gravedad o que Dios no lo quiera, resulte muerto uno de ellos.
De ese detestable comportamiento de esos alumnos sociológicamente se deduce la mala educación doméstica que les han dado sus padres o tutores ya que una conductas reprochable de los hijos es porque han seguido el patrón de proceder sus mayores y llevan la misma violencia del hogar a la escuela.
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