Por Alci de la Rosa
ESAS SONRISAS Y CARCAJADAS DE FREDDY BERAS GOICO HAN QUEDADO IMPRESAS EN EL CORAZON DE TODOS LOS DOMINICANOS Y DOMINICANAS...porque salían de una alma buena nacida para llevar alegría a los demás y consuelo en su desgracia a otros...
Se nos fue Freddy, y el domingo 21 de noviembre, día de su sepelio, el sol no quiso salir, ese gran ojo del cielo no quiso mirar tantos ojos de dominicanos y dominicanas llorar con tanto sentimiento la pérdida del hermano de todos, del buen hijo de tantos ancianos y ancianas...el buen esposo y tierno padre...
El mismo cielo se puso a llorar derramando una fina lluvia sobre el paso del cortejo fúnebre que lo llevo a su última morada, un cortejo fúnebre integrado por sus familiares, amigos, representantes de los elevados estamentos sociales y políticos...pero sobre todo una enorme masa humana de los hombres y mujeres del pueblo que amaron intensamente a Freddy, que se sentían ser hemanos de Freddy...¡Todos teníamos a Freddy como un miembro de nuestras familias!, el rico, el pobre, el bueno, el malo, el blanco, el prieto, el buenmozo, el feo, el alegre, el triste...en fin todos quisieron a Freddy.
Ese Freddy con sus defectos como todos los humanos pero con inmensas virtudes para hacer suyo el dolor de los que no tenían nada para solucionar sus casos...casos que en muchas ocasiones requerían de mucho dinero para su solución...pero Freddy al ver a una madre que con su hijo efermo se presentaba ante él, un ciudadano cualquiera que se le presentaba impotente para resolver un caso de extrema urgencia, cuando una familia era abrumada por la miseria...Freddy hacía suyo el dolor y la pena de todos esos infelices seres...¡Cuántas cruces cargo este gran hombre a cuesta y no se fatigó nunca, nunca en hacer el bien!
Hay que tener un alma buena para que surja una firme voluntad para dejar de lado la tranquilidad y comodidad del hogar y emprender una difícil jornada en bien del prójimo. Freddy tenía esa alma buena.
Los hechos son más elocuentes que las palabras. Y ahí está su obra. Obra que fue reconocida por ese aluvión de lágrimas de tantos buenos dominicanos, por esa inmensa muchedumbre que lo acompañó hasta el campo santo.
Fue volcán para condenar la hipocresía de ciertas lacras sociales, para estrujarles en la cara la prevaricación a políticos inescrupulosos, para recriminar al ciudadano deshonesto...pero a la vez era remanso de paz, como las quietas y cristalinas aguas de un arroyito tempranero, para llevar cultura, alegría y entretenimiento a los demás. ¡No solo en el escenario o la televisión, no! Freddy lo hacía en todo momento que compartía contigo, comingo...
Excelente profesional, maestro de la televisión y el espectáculo. Nunca tuvo celos con alguien que le hiciera sombra. Fue altruista y levantó a decenas de artistas a su lado, les sirvió de pie de amigo para que se lucieran. En nuestro país hay figuras que sin Freddy nunca hubiesen sigo las figuras que son hoy. Y hablo de más de uno, de dos, de tres...¡perdí la cuenta! Son muchas.
Ahí está su legado, ahí está su obra. No pasó por el mundo en vano, sino que multiplicó los talentos que el Señor puso en sus manos, como reza la célebre parábola que Jesús enseñó a la humanidad.
¡Que descanse en paz, el amigo, el hermano de todos: EL INMENSO FREDDY BERAS GOICO.
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