Por Alci de la Rosa
Doña Estela, Tomás Troncoso y su hija Lissette. A la derecha, el cantante Carlos Alfredo.
DOÑA ESTELA CUESTA, FALLECIDA EL PASADO SÁBADO 31 DE JULIO, ERA UNA MUJER DE ESPÍRITU VIGOROSO QUE IMPONÍA SUS DESEOS Y PERSONALIDAD ANTE CUALQUIER ÓBICE QUE SE LE PRESENTARA, y sobrepasando los 50 años de edad le dio por hacerse actriz de comedias de televisión y teatro, y con tanto acierto que concitó la atención de los entendidos en la materia y el asombro de sus más cercanos seres queridos.
Doña Estela, que según me dicen, no estudió teatro pero que tenía tal naturalidad para hacer ese humor franco con una gracia sin igual y que para mi fue la primera mujer que utilizó esas frases de doble sentido y gestos eróticos con gracia y agudeza, dándole un nuevo y más atrevido giro a las comedias de televisión, sin caer en lo vulgar y procaz.
Hizo mucho teatro en donde varias veces encarnó el personaje principal constituyéndose en una estelar de las tablas criollas y con el correr de los años le mereció ser exaltada al Pabellón de la Fama del Humor Dominicano, el 2 de mayo de 2008 por La Secretaría de Estado de Cultura y el Coordinador de la entidad, Carlos Alfredo Fatule.
Doña Estela Cuesta era cabeza de una distinguida familia de la sociedad capitalina, madre del pionero del comentario moderno deportivo, Don Tomás Troncoso Cuesta, creador del tradicional programa "Los Deportes en Marcha", y del ingeniero Manuel Trocoso Cuesta.
Su nieta Lissette Troncoso, hija de Tomás, la retrata en una sola frase: "Abuela era una mujer con mucha autoridad, pero super cariñosa".
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